El San Pablo Burgos cumple ante Menorca y recorta distancias con el liderato

Longevida San Pablo Burgos no falló en el Coliseum ante Hestia Menorca y sumó una victoria holgada (90-69) en un partido que dominó de principio a fin. La tercera victoria en los últimos ocho partidos aun no revierte la caída en la tabla que han tenido los de Lolo Encinas desde que en la visita a San Sebastián vieron rota la racha de triunfos que les mantuvo en el liderato, pero al menos logran por primera vez que la distancia respecto al primer puesto decrezca en lugar de aumentar.

 La derrota del viernes de Movistar Estudiantes en Lleida sirvió la posibilidad en bandeja, y San Pablo no la desaprovechó para vencer a Hestia Menorca y colocarse a dos victorias de distancia del líder.

Mandaron desde el inicio los de Lolo Encinas, que tras el intercambio de las dos primeras canastas por bando abrieron pusieron el 7-4 con un triple de Ignacio Rosa desde la esquina, sus único puntos en el partido. A partir de ahí la diferencia osciló siempre entre los tres y los seis puntos, con buenos porcentajes burgaleses en el tiro pero también buena réplica menorquina.

Destacó de los primeros diez minutos la fiabilidad de Luke Fischer, que firmó nueve puntos sin fallo y lideró también la estadística reboteadora de su equipo con cuatro capturas. Estuvo bien escudado por Micah Speight y Álex Barrera, autores de cinco puntos cada uno, si bien ninguno de los tres anotaría en el segundo cuarto. Por parte del Hestia Menorca la parcela anotadora fue menos coral, con el veterano Clevin Hannah (8) y el joven Tom Digbeu (7) aportando tres cuartas partes de la anotación balear en el primer cuarto.

El 24-20 con el que ambos equipos se fueron al primer descanso entre cuartos era poca renta para San Pablo Burgos, que daba la sensación de poder abrir un hueco mucho mayor a poco que se lo propusiera. Se mantuvieron los menorquines a esa prudencial distancia en los dos primeros minutos del segundo cuarto, pero en los tres siguientes un parcial de 12-5 culminado con un triple de Gonzalo Corbalán puso la diferencia por primera vez por encima de la barrera de los diez puntos (38-27). El tiempo muerto de Javi Zamora fue obligado en el ecuador del segundo cuarto.

El intento del técnico visitante de cortar la buena dinámica de los de Encinas no surgió efecto y San Pablo siguió aumentando la diferencia de la mano de un Siim-Sander Vene muy inspirado desde la línea de 6’75. Los tres triples sobre cuatro intentos del estonio abrieron una brecha ya importante con el 49-33 a menos de dos minutos del descanso, pero el Menorca se resistió a arrojar la toalla y reaccionó con un parcial de 2-8 obrado con las aportaciones de los hombres de rotación. 

El 51-41 al descanso recordó a todos los presentes en el Coliseum que quedaba todavía mucho partido por delante, y que pese a estar los burgaleses mucho más acertados que los menorquines en el tiro exterior, estaban dispuestos a compensarlo con mucha más batalla bajo los aros para generarse segundas opciones.

Tras una primera mitad de anotación generosa, a ambos equipos les costó más encontrar ver grande el aro en el tercero. Se escapó de esa tendencia el esloveno Miha Lapornik, que le tomó el relevo a Vene desde la larga distancia y con dos triples rompió la diferencia oscilante entre los diez y doce puntos que hacían mantener las esperanzas al Menorca. Del 54-43 se pasó a un 68-47 que puso ya el partido en franquicia para los de Lolo Encinas, que sin embargo no terminó contento ese tercer cuarto al ver como su equipo bajaba el pistón en el tramo final y permitía a los de Javi Zamora reducir hasta el 71-57.

Cerrar el partido o permitir que Hestia Menorca lo abriera dependía de cual fuera la tendencia en los primeros minutos del último cuarto. Longevida San Pablo Burgos se puso el mono de trabajo para que se diese la primera opción, y con un parcial de 6-0 de salida recuperó la senda de los veinte puntos de renta para dejar definitivamente claro a los isleños que no sería en el Coliseum donde sumarían su octava victoria, necesaria para ellos para aumentar el colchón con las plazas de la zona roja.

No fueron esos seis puntos consecutivos de los burgaleses fruto de un arreón de pocos segundos. Kasibabu y Corbalán lo trabajaron punto a punto en ataque, y todo el equipo trabajó en defensa y en el rebote para que Menorca no anotará su primer punto en el último cuarto hasta que los tres primeros minutos se habían ya consumido por entero.

Con el partido decidido, el intercambio de canastas y algún pequeño parcial de los menorquines rebajó levemente la diferencia, hasta que Vene decidió que su exhibición desde el triple no había terminado y firmó un par más para cerrar con un excelente 6 de 8 desde la distancia que le convirtió en el máximo anotador de su equipo: 18 puntos fruto de los seis triples y sin intento alguno ni en tiros de dos ni en viajes a la línea de tiros libres. 

El capítulo reboteador lo lideró Luke Fischer, que acabó con los nueve puntos con los que ya cerró el primer cuarto pero cuya aportación bajo los tableros siguió siendo valiosa.

Consumada la victoria en un partido que entraba en los planes ganar, pero que no admitía alegrías previas antes de saltar a la cancha, Longevida San Pablo Burgos afronta con cierta tranquilidad el parón de dos semanas por la ventana FIBA. 

Dentro de tres, duelo estelar en el Wizink Center de Madrid ante el Movistar Estudiantes, con el firme propósito de devolver la victoria que los colegiales se llevaron del Coliseum y comprimir la lucha por el primer puesto como ya han hecho en esta jornada.