El tapado de la LEB Oro se llama Tizona Burgos y su juego le lleva a la cumbre

Tizona Burgos es un equipo a contracorriente que hoy disfruta, casi en lo más alto de la LEB Oro, de los resultados de aplicar su filosofía de club desde hace varias temporadas. El club burgalés, no se olvide, es un recién ascendido este año a la Liga, por mucho que su nombre de dibuje una larga estela en la categoría. Decir Tizona o Ford Burgos en LEB Oro es apelar a la realeza de la competición. Pero este curso, en su regreso a la liga, los galones se los está ganando el equipo a base de resultados. Nada ha heredado el Tizona por su rancio abolengo.

Lo curioso para los aficionados de fuera de Burgos, es que pelea por las mismas posiciones con el otro equipo de la ciudad y heredero de su renuncia a seguir peleando en la cancha contra la ACB. Hoy Tizona y San Pablo anteceden al resto de clubes en su lucha por el ascenso. Sólo en Leyma Coruña de otro burgalés, Diego Epifanio, adelanta, por el momento, a los dos clubes burgaleses.

Si bien el objetivo declarado del San Pablo Burgos fue la temporada anterior y esta el volver a ACB, para Tizona la permanencia era la meta. Hoy, en la jornada 25 y a falta de nueve jornadas de liga regular, sin embargo, San Pablo mantiene su reto y el Tizona se ve con fuerzas y resultados para luchar por el mismo objetivo. Quien iba a decir que el baloncesto burgalés dominaría de esta manera la categoría de plata con dos clubes como claros candidatos al ascenso.

La jornada 25 culminó con sendas derrotas de los dos primeros en la clasificación, Leyma Coruña y Movistar Estudiantes, lo que dio pie a los equipos burgaleses para forzar la máquina y concretar dos solventes victorias con las que se colocan a un sólo triunfo de Coruña en un cuádruple empate entre Tizona, San Pablo y Estudiantes, con los de Diego Ocampo por delante por su mayor efectividad ofensiva y porque tienen el average ganado contra San Pablo.

Rendimiento sin record

Llama la atención que el CB Tizona ocupe la segunda plaza de la clasificación a una victoria de Leyma Coruña sin liderar prácticamente ninguna de las estadísticas de juego en la Liga. La filosofía de Diego Ocampo de practicar un baloncesto coral, infatigable, preciso y concentrado pese a los movimientos de banquillo se traduce en una mayor participación en el juego de la totalidad del roster que el resto de sus oponentes.

Con todo, a estas alturas de la temporada, como ocurría hace un año en LEB Plata, el jugador más valioso de la plantilla de Diego Ocampo, más aún tras la salida de Dídac Cuevas, sigue siendo Joe Cremo. El escolta estadounidense no sólo destaca en la estadística del equipo como el jugador con más puntos anotados hasta la fecha, sino que tras la salida de Dídca Cuevas es el que más asistencias acumula, más balones ha robado, el que mejor porcentaje de tiros libres posee y el segundo en tiros de tres. Cremo es el mejor jugador del conjunto azuló en valoración y entraría de cabeza por sus números en el quintero ideal del Tizona junto a Ayoze Alonso, Ramón Vilá, Jacobo Díaz y Arnau Parrado. 

Éste, el alero badalonés, es sin duda junto a Cremo el perejil de todas las salsas en el global de juego del Tizona. Es el jugador que más tapones pone y el que más recibe -de hecho, es al que más taponan de la liga- , pero también es el jugador que más faltas recibe -el 1º del Tizona y el 17º de la liga, cosa que rentabiliza al ser el tercer jugador azulón que más anora desde la línea de tiros libres. Parrado es el pupilo de Ocampo que más faltas comete y más balones pierde, ahora que falta Dídac Cuevas, pero también el que más minutos juega. El repaso a las estadísticas de la temporada deja claramente dos jugadores con un desempeño sobresaliente: Cremo y Parrado. Les quedan cinco finales para seguir mejorando sus números.