El Mirandés lo intenta sin descanso, pero los puntos se quedan en Santander

El CD Mirandés se volvió de vacío de El Sardinero después de caer por la mínima ante un Real Racing Club que saltó al césped arrollador y en apenas un minuto consiguió marcar el que a la postre sería el único gol del duelo. En todo caso una victoria justa porque los locales fueron muy superiores de principio a final, especialmente en una primera mitad muy buena y al ataque donde pudieron conseguir mayor botín, pero también en la segunda parte jugando más a la defensiva y saliendo con peligro a la contra. 

Por su parte y pese a todo, pocos reproches se le pueden hacer a un Mirandés que aunque fue inferior y sufrió mucho también peleó su suerte con valentía y riesgo, sin parar de intentarlo en ningún momento.

Con la habitual línea de tres atrás de los últimos tiempos, el cuadro rojillo apenas si pudo aguantar indemne durante un instante en El Sardinero pues no se había alcanzado el minuto y medio de juego cuando un liberado Íñigo Vicente mete un sencillo pero muy buen pase al vértice del área para que Jordi Mboula encare la portería con opciones y ante la presencia de Jonathan Gómez suelta un disparo raso y duro que tras tocar en el gemelo del defensor deja vendido a Ramón Juan y se cuela a ras de hierba enganchado al palo largo. Los locales mordían con un gol tempranero y todo se complicaba muy pronto.

Trató de dar respuesta el Mirandés con dos intentonas sin demasiado peligro pero de sello propio en su verticalidad, sin embargo un Racing que ya suma esta temporada 60 goles ni mucho menos se echó atrás y en los primeros minutos sus acometidas además de ser más peligrosas también serían numerosas y constantes. De tal manera que en el 8´ la grada reclamó un más que posible penalti de Tomeo sobre Lago Júnior y en el 12´ tras un robo local en plena salida de pelota, Ramón Juan salvó a los suyos del segundo con un paradón de reflejos a misil de Arana desde muy cerca y centrado. 

Hasta la llegada del ecuador de la primera, cuando el juego se paró un par de minutos porque Ramón Juan tuvo que ser atendido en el césped y hubo una especie de improvisado tiempo muerto, el equipo dirigido por José Alberto López sometió por completo a los de Alessio y no paró de amenazarlos con un segundo castigo. El dominio del Racing fue total pues monopolizó la pelota y controló defensivamente el choque con puño de hierro, pero tras el parón y hasta el descanso el cuadro burgalés tuvo momentos de cierto respiro. 

En esa fase el equipo santaderino también tuvo más y mejores ocasiones, especialmente una doble en el 31´ donde tras mal despeje de Ramón Juan Arana rozó el gol y Tachi se lo sacó bajo palos para ver como Aldasoro chutaba rozando la escuadra, pero durante este tramo el Mirandés consiguió defender un poco más lejos de su marco y además se estrenó en lo ofensivo, pues apareció varias veces Gabri Martínez e incluso tuvo una buena para empatar superada la media hora con una buena jugada colectiva por el costado derecho con combinación de Barcía y Carlos Martín para superar la primera línea de presión cántabra y dejar a Juan María Alcedo muy cerca de portería y con opciones, pero finalmente se lió y la jugada no acabó bien.

En el descanso Lisci metió a Ilyas Chaira por un sancionado Juan María y en el reinicio, continuación del final de la primera, se vería a un Mirandés algo más cómodo con la pelota y ganando metros al campo, aunque el Racing seguía siendo mejor y en el 5´ una colada de Íñigo Vicente ante tres jugadores bien pudo acabar en la red, pero su pase al punto de penalti lo remató Arana demasiado centrado para superar a Ramón Juan. 

Sin embargo ahora la posesión estaba repartida y los rojillos incluso conseguían estirarse hasta el fondo gracias a un Gabri Martínez muy incisivo, así en el 56´ entre el talentoso extremo y Carlos Martín llevaban al límte a un Aldasoro que no cometió penalti por centímetros.

Superada la hora de partido el Mirandés no paraba de intentarlo y sumar acercamientos, mientras que ahora su gran problema eran las salidas a la contra de su oponente, como una en el 65´ finalizada por Arana y que Ramón Juan sacó a la esquina con una gran parada. 

Poco antes había saltado al césped Lautaro de León, más madera de un Alessio Lisci que alentaba las ganas de los suyos con un cambio de claro carácter ofensivo. Pero esa ambición también significaba mayor riesgo, llevar el partido a ese vértigo que tanto le gusta al Mirandés y que poco le apetecía a un José Alberto López que, eso sí, poco más tarde coincidió con Lisci en la necesidad de meter piernas frescas para lograr su objetivo.

El tramo final se jugaría con el Racing encerrado defendiendo en su campo pero en todo momento con mucho orden y solvencia sin apenas conceder nada a su rival, aunque en el 79´ Carlos Martín lo volvió a hacer muy bien y sólo falló el remate final. Incluso los cántabros también lograrían acabar sus llegadas siempre producto de su buena presión y salida tras robo, así en el 82´ Andrés Martín rozó la sentencia en una muy clara a boca jarro. 

Lo corto del marcador y la valentía de un cuadro rojillo que siempre buscó el gol aportarían emoción a un final donde el Racing mantuvo de nuevo el control, porque los visitantes pese a que lo intentaron ya no tendrían ninguna más de verdadero peligro.