Demi Vollering se convierte en nueva líder de la Vuelta a Burgos Femenina
La neerlandesa corona en el Alto de Rosales en la segunda etapa de la carrera
La neerlandesa Demi Vollering (SD Worx) coronó hoy en el Alto de Rosales, en las proximidades de Medina de Pomar, en la segunda etapa de la ronda burgalesa, y se convierte en nueva líder de la IX Vuelta a Burgos Femenina.
Esta prueba ciclista está organizada por el Instituto para el Deporte y Juventud (IDJ) de la Diputación provincial de Burgos, que se disputa del 16 al 19 de mayo, y que forma parte del UCI Women’s WorldTour, la máxima categoría del ciclismo femenino mundial.
Bajo la nomenclatura de ‘Esencia del Románico’ la Vuelta a Burgos Femenina proyectó en esta segunda entrega (Briviesca-Medina de Pomar. Alto de Rosales) algunos de los más de 500 monumentos o restos catalogados que atesora la provincia y que suponen una de las más grandes colecciones de arte medieval de toda Europa.
Tras el corte de cinta protocolario en la línea de salida de Briviesca la carrera tomó dirección a Oña pasando por Terrazos, Los Barrios de Bureba, Cornudilla y Pino de Bureba para dirigirse a Penches y afrontar el primer puerto puntuable del día; el Alto de Barcina (tercera Categoría) ubicado en el kilómetro 31 de etapa.
La carrera dejó la comarca de La Bureba con rumbo a Las Merindades, al norte de la provincia, por La Aldea, Ranera y Tobera para llegar a Frías -considerada la ciudad más pequeña de España- y desde allí a Santocildes, Quintana María, Palazuelos de Cuesta Urría y Trespaderne. Antes de afrontar el primero de los dos pasos que contempla el recorrido de esta segunda etapa por las calles de Medina de Pomar, las ciclistas pasaron por Nofuentes y Moneo.
En los últimos 50 kilómetros de etapa y una vez dejado atrás Villarcayo se pasó por Cigüenza, Escanduso, Escaño, Salazar, Villanueva La Blanca y Mozares, en donde estará situado el Sprint Intermedio, para seguir por Bocos, Céspedes, Barriosuso y entrar de nuevo en Medina de Pomar. A partir de ahí los equipos de los favoritos para la General intentaron tomar el control para evitar sorpresas en los últimos kilómetros de etapa y afrontar con garantías la ascensión del alto de Rosales, un puerto de apenas 4 kilómetros de ascensión que alcanza pendientes del 7 por ciento.