Fútbol
Duelo de infarto: El Mirandés empata y se jugará la permanencia con el Amorebieta la última jornada
Los rojillos se jugarán la permanencia en un duelo directo contra el Amorebieta de tintes dramáticos. El Albacete forzó el empate y llevó al Mirandés a un final angustioso que también se jugaría en la radio pendientes de lo que hacía el Amorebieta
El CD Mirandés empata en el Carlos Belmonte ante un Albacete Balompié que no se jugaba nada y eso junto a la igualada sin goles del Amorebieta frente al Espanyol depara una última jornada liguera de infarto en Anduva en la que burgaleses y vascos se jugarán la permanencia en un duelo directo de tintes dramáticos.
Los de Alessio Lisci pudieron adelantarse en el primer tramo del partido pero superado el cuarto de hora el Albacete fue mejor y se fue al descanso en ventaja con un gol psicológico en el tramo final. Sin embargo en el reinicio los rojillos remontaron muy rápido y en apenas tres minutos, pero su alegría no duraría demasiado porque el Albacete volvió a marcar llevando el duelo a un final angustioso que también se jugaría en la radio pendientes de lo que hacía el Amorebieta.
Con la tensión lógica de una final, el once de Alessio Lisci saltó al césped del Carlos Belmonte tomando bastantes precauciones defensivas y a la búsqueda de la consistencia y el orden adecuados para afrontar un compromiso tan complicado en lo futbolístico pero especialmente en lo anímico.
De esta manera el tramo inicial del encuentro sería bastante plano y sin un dominador claro, pues la falta de riesgo burgalesa impidió que su rival se sintiera incómodo de entrada y el Albacete no pasaría apuros. Hasta que una gran combinación entre dos de los jugadores rojillos con más talento que terminó con la buena ocasión de Gabri Martínez a centro de Ilyas Chaira, pudo haber cambiado el devenir del choque.
Pero ni ese remate ni otros dos de Chaira cinco más tarde en una odoble ocasión inmejorable terminaron en la red y el Mirandés no supo aprovechar sus mejores ideas ofensivas en el primer cuarto de hora para tomar ventaja en el marcador.
La doble acción de Ilyas Chaira fue una auténtica pena por su claridad, pero el primer remate lo sacó el cancerbero local Bernabé con una gran mano y el segundo intento lo sacó Higinio bajo palos. Además de eo casi de seguido tampoco Martón supo marcar desde muy cerca.
Después el Albacete se asentó mejor sobre el tapete y totalmente deshinibido tras conseguir la permanencia la jornada pasada, comenzó a jugar mucho mejor al fútbol, estirándose con velocidad a la búsqueda de un gol con el que obsequiar a su sufrida parroquia y sin importarle demasiado los espacios que dejaba a su espalda.
El ligero dominio varió de lado y el primer aviso manchego llegó en un saque de esquina premonitorio. Los problema se acumulaban y poco más tarde Alessio Lisci se veía obligado a abrir una ventana por la lesión de Barcia, un cambio que no sentó bien a un Mirandés que de ahí al descanso sería inferior a su rival.
En esta larga fase de la primera el Albacete achuchó mucho y generó varias más o menos peligrosas, pero los rojillos no encajaron y parecieron alcanzar el descanso sin castigo. Sin embargo a falta de treinta segundos Manu Fuster la pone desde el córner y el central manchego Ros se impone por alto en área chica para marcar de cabeza en pleno escorzo y con la coronilla. Un gol psicológico de los que hacen mucho daño.
En el reinicio con la amenaza del descenso encima y tras otra ocasión local muy rápida, el conjunto jabato respondería a la tremenda y en segundos Javi Martón casi empata con un disparo a la media vuelta que Bernabé rechazó con apuros. Sin embargo incansable al desaliento, instantes más tarde Javi Martón se acomoda con el pecho dentro del área un gran pase de Gabri Martínez y suelta un zurdazo directo a la escuadra para igualar el marcador.
Y sin tiempo para celebrar el empate, en el 51´, el huracán rojillo vuelve a la carga y Carlos Martín en jugada individual tras ganar un buen balón a la espalda, suelta un disparo sin ángulo que aunque lo rechaza Bernabé le cae a un Jonathan Gómez que no se pone nervioso y tras controlar dispara a la red tocando antes el larguero. El Mirandés remontaba en tres minutos.
La remontada motivó movimientos de ambos banquillos que llevaron el duelo al terreno de los nervios, con el Albacete buscando el ida y vuelta pues la derrota no le importaba y sí agradar a su parroquia. Así, en el 68´ en pleno descontrol, no sin polémica Higinio se la roba a Tachi en tres cuartos y Fuster mete un pase al área para que Quiles tras un buen recorte empate con un bonito golpeo de rosca que Ramón Juan llegó a rozar.
El Mirandés encaró el tramo final del encuentro angustiado y sin nada de control del juego, pero sin escatimar esfuerzos ni riesgo y vivo pues Amorebieta y Espanyol empataban sin goles. En esta fase cualquier cosa pudo suceder y habría no pocos sustos porque el Albacete tuvo alguna bastante clara o al Amorebieta se le anuló un gol muy celebrado en el banquillo rojillo, aunque también los burgaleses pudieron marcar en el 88´ con un taconazo de Barbu en la frontal del área pequeña o en el 90´ con una falta en la frontal que Luna estrelló en la barrera. Sin embargo al final nadie marcó y Anduva dictará sentencia.