El Mirandés amarra los tres puntos en Anduva

Segunda victoria seguida del Mirandés en Anduva y dejando el portal a cero. Un gol de un ex del Huesca como Pablo Tomeo sirvió para derrotar a los aragoneses premiando un sensacional primer periodo del Club Deportivo Mirandés. 45 minutos para el optimismo con un equipo dinámico, dominador, fuerte con y sin pelota y forzando ocasiones hasta lograr la ventaja. La segunda parte fue más de contención pero sirvió para amarrar un triunfo importante, de los que van llenando el granero aprovechando el viento de popa.

Avisaba de salida el CD Mirandés en llegadas verticales y veloces de Joel Roca y Alberto Reina. Mandones los de Alessio Lisci con un primer chut de Roca, muy desviado en su intento de zurda. Lo buscaban más los locales por el perfil diestro con un Hugo Rincón muy móvil.

Control en manos locales ante un Huesca muy fallón con la pelota, y es que la seguridad defensiva jabata es innegociable. A los 20 minutos, nueva aproximación local en una falta colgada al área con varios intentos y rechaces, pero sin que hubiera remate claro a puerta.

Joel Roca probaba a los 25 minutos tras un centro de Reina al segundo palo, taponando la zaga oscense su disparo para forzar un nuevo saque de esquina. En el córner, contragolpe del Huesca bien cortado por una defensa muy segura y primera pelota que tocaba el meta Raúl, señal del control mirandesista en el césped. Total y absoluto, con Panicheli disparando con violencia poco después y dejando KO al central Pulido.

Serio golpazo para el defensa visitante, un balonazo en la cabeza de los que asustan. Buenas combinaciones del Mirandés en una dinámica de clara superioridad, como una acción trenzada por el carril central con disparo final de Panicheli desviado, tras ser encimado por un central del Huesca en más que posible falta.

Premio al fin a los 38 minutos cuando una falta puesta al área la peinaba el central Blasco en su intento de despeje, lo que se convirtió en asistencia para que en el segundo palo Pablo Tomeo, ex de la SD Huesca, enganchara un remate difícil pero perfecto con la diestra a las mallas. Se lo merecía el equipo local, de todas todas.

Incluso pudo llegar el segundo antes del descanso en un testarazo de Panicheli a la salida de un córner, muy centradito y a los guantes de Dani casi sobre la línea de gol. No había reacción visitante por ningún lado y con tres intentos de Panicheli, en dos ocasiones, y de Tachi se llegaba al descanso en pleno acoso jabato.

De salida, en el segundo periodo seguía gustando un espléndido Mirandés, aunque a los cuatro minutos el Huesca rozó el empate en su primera ocasión, su primer disparo entre palos. Un testarazo de Kortajarena a centro de Vilarrasa encontraba la manopla salvadora de Raúl en una parada de mucho mérito.

Joel Roca llegaba a línea de fondo y su centro lo blocaba Dani en una reanudación donde poco a poco los visitantes tenían más la pelota, y Rincón llegaba providencial para cortar la progresión en el área de un ex como el malagueño Joaquín. Precisamente Joaquín tenía que irse lesionado en el ecuador de esta segunda mitad, con más pelea por el control en la zona ancha y más peligro en los acercamientos de los aragoneses.

El Mirandés se echaba atrás en exceso, defendiendo una renta demaisado exigua ante un rival que optaba por un fútbol más directo y no tan elaborado. En las contras, eso sí, el conjunto local tuvo alguna buena llegada como un intento de Panicheli a veinte minutos de que se llegase al noventa, bloqueado por el central Blasco.

Unzueta metía el miedo en el cuerpo a los locales con un remate desviado en el segundo palo, respondiendo el once de Lisci en una estrategia colgada al segundo palo pero sin remate a puerta. El Huesca quería y llegaba como en un centro raso de Unzueta sin rematador, bien solventado por la defensa mirandesista, o en una jugada personal de Soko con disparo final muy desviado.

Clarísima para el Mirandés apenas a dos minutos del noventa, cuando la entrada de Hugo Rincón hasta línea de fondo acababa con centro raso que Loureiro despejaba casi en la misma línea de gol cuando Panicheli se aprestaba a empujar el dos a cero y la sentencia. Al minuto, otra clara para los locales en un cabezazo de Álex Calvo en el segundo palo que se le marchaba dos palmos por encima del travesaño.

Susto en el añadido cuando Hugo Rincón se llevaba un buen golpe y parecía sangrar con profusión, pero por fortuna todo pareció quedar bajo control y la seguridad defensiva de los rojillos acabó certificando tres puntos importantes para una escuadra ferroviaria que está creciendo en su feudo, ganando y convenciendo.