El Mirandés sigue subido en la nube

El CD Mirandés no falla y con otra lección de buen hacer defensivo y un único gol derrotó de forma muy clara y solvente a una SD Eibar desconocida que no pudo generar ni una sola ocasión clara en todo el partido. El equipo de Alessio Lisci se ha convertido en una roca en lo defensivo, no concede nada, y además sigue echibiendo una pegada brutal pues de nuevo consiguió golpear en la primera clara que tuvo. Ese gol y un orden defensivo inquebrantable de nuevo le convirtieron en un equipo letal y sin fisuras que lo mantienen una semana en la parte más alta de la clasificatoria.

Seña de identidad del conjunto jabato, el once titular de Alssio Lisci tuvo una gran salida al césped de Anduva y ya en el primer minuto consiguió pisar el área rival. El MIrandés comenzó ejerciendo esa presión tan alta y coordinada a la que tiene aconstumbrado a su afición y el Eibar se encontraría tremendamente incómodo desde el pitido inicial y durante todo el primer periodo.

De esta manera la pelota sería para los locales y aunque en el primer tramo les costó llegar a puerta contraria con opciones, el hecho de acaparar la posesión y ser capaz de no perderla rápido pues en cuanto a circulación el equipo burgalés también lo hizo muy bien, potenció las buenas sensaciones que ya dejó desde muy pronto. El primero en intentralo sería un incansable Panichelli, que además de pelearse con toda la zaga rival poco antes de alcanzar el cuarto de hora lo intentó con un disparo a palos que sin embargo no tuvo potencia ni buena colocación.

Sin nada más que contar en las áreas, donde Raúl Fernández no tenía ni que tocar el cuero, rodando el ecuador de la primera mitad sería Egiluz quien probó fortuna de cabeza, pero su remate tampoco tuvo demasiada mordiente. Hasta que un par de minutos después el Mirandés botaba el primer córner de la noche y conseguía hacer su séptimo gol en el campeonato, el cuarto a pelota parada. 

El especialista Lachuer la puso perfecta para que en el primer palo Juan Gutiérrez prolongue de cabeza al segundo, donde aparece Panichelli que más listo que nadie le gana la partida a su marca y remacha desde muy cerca imparable para el portero. El equipo rojillo marcaba en su primera ocasión de verdadero peligro y encarrilaba el resultado antes del descanso.

De ahí al paso por los vestuarios el Eibar no dio señales de vida e incapaz de tener la pelota y no perderla ante la presión local, de nuevo se tendría que desgastar en lo físico para no verse superado; porque si bien es cierto que el cuadro local no tuvo ninguna clara, aunque Panichelli lo intentó un par de veces, serían los rojillos quienes mandaron de forma clara. El Mirandés controló con mucha solvencia el ritmo de partido y además no concedió ni una sola en todo el primer tiempo.

Cual día de la marmota, en el reinicio el Mirandés repitió mentalidad y juego para volver a desesperar a un Eibar sin ideas para dar respuesta.

La escuadra rojilla de nuevo se mostró como ese bloque compacto y sobrio, que no concede nada y que además es capaz de llegar a portería contraria con velocidad y verticalidad endiabladas. Quizás no siempre, o al menos pocas veces, con verdadero peligro de gol para su oponente; pero en todo caso eso no disminuía el temor y la incomodidad de un Eibar inoperante en lo ofensivo y que sólo a la hora de juego fue capaz de disparar por primera vez sobre el marco de Raúl Fernández, no a palos pero si a puerta.

En definitiva, un Eibar tan pobre como el que se vio este sábado en Anduva no pondría nunca en apuros a un Mirandés práctico y muy seguro en lo defensivo que jugaría el tramo final sin apenas desgaste pues incluso las mejores fueron suyas, como un cabezazo de Egiluz a falta de un cuarto de hora. 

Para poner la guinda en el descuento, en el 94´, los rojillos ganaban una falta lateral y Urko Izeta de cabeza en el segundo palo estaba a punto de hacer el segundo de la noche, pero el portero visitante Fuzato realizó una gran intervención y salvó a los suyos de un castigo mayor, aunque no del tremendo enfado del entrenador visitante Joseba Etxebarria.

CD MIRANDÉS - SD EIBAR, 1-0

CD Mirandés: Raúl Fernández; Rincón, Egiluz (Postigo, 82´), Gutiérrez, Tomeo, Parada (Julio Alonso, 89´); Reina (Ander Martín, 82´), Gorrotxategi, Lachuer (Homenchenko, 70´); Joel Roca (Urko Izeta, 82´) y Panichelli.

SD Eibar: Fuzato; Arambarri (Carrillo, 37´), Arbilla, Chema Rodríguez (Sergio Álvarez, 60´); Cubero, Kento Hashimoto (Matheus Pereira, 60´), Noaskoain, Cristian Gutiérrez (Jorge Pascual , 88´); Alkain (Merquelanz, 60´), Bautista y Puertas.

GOL: 1-0 (26´): Panichelli.

ÁRBITRO: Fuentes Molina (Valenciano) y en el VAR Ais Reig (Valenciano). Tarjetas amarillas a Parada, Urko Izeta; Chema Rodríguez y Merquelanz. Tarjeta roja a Arbilla (2A, 81´).

CAMPO: Anduva.