El Mirandés se cae de la nube
El conjunto de Lisci cae de forma contundente ante el Oviedo (4-1)
Nefasto partido para el Mirandés, con quejas sobre el arbitraje, con una fragilidad no vista en esta temporada -tres goles en contra en diez partidos, cuatro recibidos en 90 minutos- y con una derrota que demuestra una cuestión palmaria. Las rotaciones en una plantilla como la jabata se notan más que en otros clubes con más calado monetario.
El sorpresivo Mirandés en ascenso directo se plantaba en el campo de uno de los gallitos de la categoría y, sin miedo, metía rotaciones en el once inicial ante lo cargado del calendario -genial esta jornada intersemanal justo siete días antes de la Copa, cuatro partidos de nada en apenas diez días- pero sabiendo que el rendimiento del bloque jabato va más allá de los nombres en las camisetas.
Solidez proverbial en defensa con esos tres centrales más los carrileros, y primer acrecamiento mirandesista a los nueve minutos en un zapatazo raso de Gorrotxategi desde el balcón del área que se perdía no lejos de la base del poste. Poco a poco el Real Oviedo quería imponer su ley en la zona ancha, y al cuarto de hora una jugada eléctrica a la salida de un córner, gran combinación raseando de los astures, la culminaba Jaime Seoane con un chupinazo en la frontal que la defensa rojilla taponaba.
No se acercaban mucho al gol ni unos ni otros, con aviso del Mirandés en un centro de Julio Alonso que Panichelli remataba de cabeza por encima del travesaño. Entró el encuentro desde ese instante en un socavón, sin ritmo, con constantes interrupciones y con dos cambios por lesión, yéndose dos centrales como el local Costas y el visitante Postigo.Apenas a los 36 minutos ya veía una amarilla el portero visitante Raúl Fernández por perder tiempo, todo un experto el arquero bilbaíno en crispar a la grada con sus intervenciones.
Un Raúl que se lucía para frustrar una acción carbayona fabricada entre dos ex, con centro de Ilyas y volea de Haissem Hassan que sacaba el cancerbero con los pies. Pero apenas un minuto después, nada pudo hacer el meta de los ferroviarios cuando el centro de Ilyas desde la izquierda encontraba el testarazo poderoso de Alemao, que les ganaba la partida a los centrales del Mirandés para adelantar al Real Oviedo.
Buscó la reacción el once de Alessio Lisci, pero una pelota recuperada por los astures en el añadido acabaría duplicando la renta local. Maestría de Cazorla, buen amague de Alemao en la frontal con trallazo del brasileño, buena intervención de Raúl Fernández pero el rechace lo empalmaba de manera algo mordida pero eficaz Hassan para convertir por alto el dos a cero. Serio mazazo al borde del asueto para los de Miranda de Ebro.
Doble cambio de Lisci en el descanso, con Hugo Rincón y Joel Roca por un desaparecido Bassinga y un superado Parada. Tras recibir tres goles en diez partido, encajar dos en cinco minutos no sonaba demasiado bien y aunque el Mirandés quería dar un paso adelante, también mostraba el Real Oviedo que sabe defender con orden.
Mala suerte para los locales al sufrir una nueva lesión muscular, esta vez de Jaime Seoane. En el Mirandés, sólo las gotas de calidad de un inmenso Gorrtxategi en la medular filtraban balones de calidad hacia los jugadores de delante, pero sin forzar apenas ocasiones reales de peligro.
Rondó en cambio el tercero la escuadra carbayona primero en un centro raso de Hassan, intratable por el costado diestro, que despejaba seguro en la cobertura Homenchenko, y después en una jugada de estrategia puesta en marcha por Santi Cazorla con centro final desde la línea de fondo que Pablo Tomeo despejaba con apuros a un metro de la línea de gol por encima del travesaño con otro central y también aragonés como Dani Calvo al acecho buscando el tres a cero.
Movía sus piezas el técnico oviedista y caía la ovación de rigor cuando Cazorla, mucha magia en esas sienes plateadas, se iba a vestuarios. Su sustituto, Álex Cardero, no tardó en probar a Raúl Fernández con un disparo lejano que el portero mirandesista solventó bien.
Parecía más cercano el tres a cero, y acabó cayendo a los 73 minutos cuando una duda de la defensa jabata la aprovechaba Cardero desde cerca para poner la práctica sentencia al partido. El VAR llamó al colegiado, porque Cardero había metido la plancha sobre Tomeo en el robo de pelota, pero ni viendo la herida Moreno Aragón quiso anular el tanto. Las protestas de todo el banquillo del Mirandés le valieron una roja al bueno de Lisci.
Los rojillos se acabaron de ir del encuentro con esa jugada, y una falta lateral desde la izquierda del ataque oviedista la peinaba a las mallas Paraschiv entrando con fuerza al primer palo. Cuatro goles en contra. Lo nunca visto (en la 24-25). Aún tuvo tiempo el Mirandés para anotar esa diana honorífica cuando en un córner, Pablo Tomeo aprovechaba una pelota muerta para, desde cerca, al menos dejar la huella jabata en el marcador.
Ya en el añadido, un misil de Homenchenko desde el balcón del área rozaba el 4-2. Era córner, y en el lanzamiento Urko Izeta anotaba un gol añadido por una presunta mano en el control. Los jugadores y el banquillo del Mirandés ya no sabían a qué santo encomendarse.
REAL OVIEDO - CD MIRANDÉS, 4-1
Real Oviedo: Aarón Escandell; Lemos, David Costas (Jaime Vázquez, 33´), Dani Calvo, Rahim; Colombatto, Cazorla (Cardero, 69´); Hassan, Seoane (Del Moral, 61´), Ilyas Chaira (Sebas Moyano, 61´); Alemao (Paraschiv, 69´).
CD Mirandés: Raúl Fernández; Juan Gutiérrez, Postigo (Unai Egiluz, 33´), Pablo Tomeo; Parada (Rincón, 46´), Gorrotxategi (Lachuer, 80´), Homenchenko, Julio Alonso; Bassinga (Joel Roca, 46´), Panichelli (Urko Izeta, 80´), Ander Martín.
GOLES: 1-0 (41´): Alemao. 2-0 (45+3´): Hassan. 3-0 (73´): Álex Cardero. 4-0 (82´): Paraschiv. 4-1 (85´): Pablo Tomeo.
ÁRBITRO: Moreno Aragón (Colegio madrileño). Amarilla al local Hassan (95´) y a los visitantes Raúl Fernández (36´) y Julio Alonso (89´). Roja directa al técnico del Mirandés Alessio Lisci (77´). El andaluz Milla Alvéndiz, en la Sala VOR.
CAMPO: Nuevo Carlos Tartiere. Un total de 16.275 espectadores.