El San Pablo sigue firme y derrota al Oviedo

El Silbo San Pablo Burgos no cede y en esta jornada liguera despachó con mucha suficiencia a un Alimerka Oviedo Baloncesto que ya ne el primer cuarto se vio muy lejos de las prestaciones de los burgaleses. Los de Bruno Savignani impusieron su habitual ritmo frenético y llegaron al último cuarto con los deberes hechos.

Aunque los visitantes fueron los primeros en anotar, en seguida el San Pablo Burgos castigo la visible diferencia en el juego interior de ambos equipos y de la mano de Fischer marcó la primera alternancia en el electrónico (6-2). 

El bloqueo y continuación local estaba desarmando a un conjunto asturiano que entonces se fue al lanzamiento exterior encontrando en esa distancia lejana su tabla de salvación (8-8 en el ecuador del primer cuarto).

Apareció entonces por primera vez Lapornik en plan francotirador y abriendo la estadística del perímetro. Una nueva baza ofensiva de los burgaleses que junto a su enorme superioridad en la pintura provocaron en apenas un minuto la primera brecha reseñable de la noche y el tremendo enfado del entrenador foráneo Javi Rodríguez (17-8 en el 6´). 

De nuevo en juego los ovetenses mejoraron en defensa y en el siguiente minuto no hubo canastas, pero el Oviedo tampoco conseguía anotar y los de Bruno Savignani no tardaron en explotar de nuevo los agujeros que ofrecía la pintura rival para firmar una máxima de +11. En el tramo final los locales no estuvieron tan acertados como antes y aunque su rival tampoco mejoró en ataque un triple final de Lobaco dejó el luminoso en 22-15.

Un parcial de 7-0 en apenas un minuto de partido gracias a un Cuevas que anotó un triple y dio su primera sistencia llevaban la máxima al +14 (29-15) que amenazaba con dejar a los asturianos fuera de la pelea muy rápido. Le costó al equipo de Javi Rodríguez, entrenador del conjunto asturiano, encontrar las sensaciones para poder plantar cara a un San Pablo que seguía dominando aspectos claves y eso le permitía estar muy cómodo. 

Pero la aparición momentánea de Nweke, cogiendo rebote y anotando consiguió minimizar daños y darle otra cara a su grupo. Sin embargo el Oviedo era incapaz de ser consistente y cualquier error le pesaba el doble, de tal manera que superado el ecuador de la manga el resultado seguía siendo muy favorable a los burgaleses (37-23).

Un triple de Sanz y un primer momento de serio apuro ofensivo de los locales, que anotaron en los siguientes dos minutos ni un punto, volvió a poner a Oviedo por debajo de la desventaja psicológica de los diez puntos. Una gran noticia para un conjunto asturiano apurado en muchas zonas de la pista que de nuevo jugaría un buen final de cuarto para alcanzar los vestuarios con opciones. Al descanso 44-37.

Dos tiros libres anotados por los locales en los dos primeros minutos del reinicio dejaron claro al Oviedo que el Burgos intensificaría su desempeño defensivo para alcanzar el triunfo con comodidad y que ellos debían mejorar mucho en ataque para evitarlo.

El San Pablo no aflojó y haciendo muy largo el partido entró de lleno en la batalla de guerrillas castigando a un rival sin capacidad de respuesta que una vez más se veía muy lejos de cualquier opción (57-41 en el 4´).

Así y aunque West frenó la deriva con un triple el Oviedo se vería claramente superado por la seriedad de los de Bruno Savignani, que a falta de tres minutos colocaban un ya casi definitivo 63-46. A la finalización del cuarto 63-49 con otro triple de Sanz.

El último cuarto sobró casi por completo y en esta fase del encuentro el equipo dirigido por Bruno Savignani ofrecería una de sus mejores caras emulando no pocos momentos de este gran comienzo de temporada donde los burgaleses se han mostrado intratables, una imagen de grupo compacto en lo defensivo y con las ideas muy claras a la hora de atacar el aro contrario, siempre a un ritmo altísimo y con una querencia innata por la velocidad que tanto daño a hecho a sus rivales. 

Los asturianos no fueron diferentes y aunque fueron capaces de aguantar la embestida durante algunos momentos, pronto se descolgaron de la exigencia impuesta por los burgaleses en un Coliseum igual de festivo que otras veces y que una vez más sería un recurso más para que el San Pablo impusiera su ley y se llevara la victoria. A la conclusión 79-69.