El Correo de Burgos

MASTER TENIS BURGOS 2016 CAJACÍRCULO

Puerta grande para Robredo y Verdasco

El catalán se saca la espina de la primera jornada al vencer a Zabaleta por 7-5 y 6-1. El madrileño puso la guinda con un 7-5 y 6-4 ante Cañas

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Burgos

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Quizá el sueño de organizar una eliminatoria de Copa Davis en Burgos sólo sea eso, un sueño, pero al aficionado y a la ciudad siempre le quedará el dulce regusto que deja en el paladar la primera experiencia del Master Burgos 2016 Torneo Cajacírculo, que concluyó ayer.

La plaza de toros de El Plantío vibró. Las gradas esbozaron una enorme sonrisa durante tres intensas jornadas y en la pista, los tenistas cumplieron con nota con su cometido personal y publicitario. La guinda la puso el equipo español con su victoria por 3-1 frente a una Argentina que vendió cara su piel y que encandiló a la afición. Que se lo digan a Zabaleta.Desde este torneo cuenta con el respaldo de muchos aficionados burgaleses.

El emocionante 1-1 del primer día daba paso a una segunda jornada espectacular. Robredo se desquitó frente a Zabaleta y Verdasco sentenció en el cuarto choque. Todos felices.Incluso los argentinos.

El primero en saltar a la pista fue Tommy Robredo. Dispuesto a dejar un buen de boca tras el tropiezo inaugural. El catalán se metió en harina desde el comienzo y su rival entró al trapo. O al revés. Lo importante es que el duelo dejó satisfechos a todos. Salvo al argentino, que cedió por 7-5 y 6-1 en un partido decidido en el primer set.

Una primera manga atractiva, salpicada con muchos momentos vibrantes. Jugadas que dan sentido a un evento de esta envergadura. El público lo pide y los deportistas responden como mejor saben, con la raqueta.

Este parcial puso en evidencia la importancia del saque.Ambos se afanaron en amarrar sus servicios, aunque pronto llegaron las primeras opciones de break. Aunque ajustado, era Tommy el que llevaba la iniciativa del juego (3-2). El español desperdició su primera oportunidad de rotura en el segundo y otra más en el sexto, pero supo sellar el deseado premio al resto con el 4-2 que parecía allanar el camino.

Nunca se puede cantar victoria tan pronto. Sobre todo, si enfrente tienes a un rival argentino. Bravo, peleón, dispuesto a contribuir al espectáculo. Muy pronto consiguió Zabaleta arreglar el desaguisado. Robredo no pudo consolidar su éxito y en el séptimo juego la balanza se equilibró. El partido enloqueció, ganó en intensidad y emoción y, aunque se tratara de una exhibición, los dos contendientes apretaron.

Abierta la veda del break, Robredo se movió con comodidad al resto, aunque tiró por la borda tres oportunidades en el octavo y otras tres bolas de set en el décimo. Al menos, al catalán le quedaba margen de maniobra con el 6-5. Necesitaba un último arreón para evitar el tie-break. Y, por fin, lo logró con el 7-5.

Este primer set pinchó el globo de Zabaleta, venido a menos a medida que avanzaba el partido. Robredo mantuvo la velocidad crucero y rompió el primer servicio del albiceleste en esta manga. 2-0 consolidado con celeridad. Ahora sí, camino despejado en pos de la victoria. Paso firme, mano de hierro. Zabaleta se diluyó como un azucarillo y, perdido el oremus en pista, se dedicó a interactuar con la afición burgalesa, encantada con el espectáculo antes de disfrutar del plato fuerte del día. Esa fue otra historia, pero también con final feliz.

Cumplido el primer objetivo del día, llegó el esperado turno del madrileño. Volvió a responder a las expectativas y, además, encontró en Guillermo Cañas el complemento perfecto a su causa. Aceptó el sudamericano el reto de mantener con vida al combinado albiceleste y obligó al español a subir las revoluciones de su juego. El escenario perfecto para el espectador burgalés, ávido de buen tenis.

Verdasco se sentía cómodo, pero enfrente tenía un rival correoso que no se descompuso cuando el madrileño dispuso de una ventaja de 0-40 en el primer juego y otra doble bola de break en el tercero. Ambos guardaban con cariño su servicio y la manga inaugural entraba en su fase decisiva con un 5-5 que dejaba abierta la puerta a la sorpresa.

Entonces, el ‘local’ Cañas siguió a lo suyo. Como si nada hubiera pasado. Verdasco también. Golpeó con fuerza y seguridad en su intento por mover de lado a lado a su rival, que respondía a cada latigazo con orgullo y clase. El argentino se defendía con fe y atacaba con cabeza al servicio.

Lucha sin cuartel en la que Verdasco tenía las de ganar, pero debía rematar la faena (1-2). Por el momento, puso en pie a El Plantío con un punto espectacular lleno de esfuerzo en el que dejó a las claras que no vino a Burgos a dar un paseo. Después, levantó una bola de break en contra y siguió remando ante un público entregado. Dos nuevas chances al resto. Rotura y oportunidad de oro para acercar el Torneo Cajacírculo a casa (4-2).

La figura del español se agrandaba por momentos, pero Cañas nunca se dio por vencido. Sobre todo con el 15-40 que disfrutó en el octavo juego, pero incluso entonces encontró la réplica del número nueve del ranking mundial, quien remontó hasta situarse a un sólo juego del triunfo. Es más fácil resolver con el servicio y el madrileño se apoyó en él para rubricar su buen hacer en Burgos y sellar el definitivo 6-4 que hacía estallar El Plantío.

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