El Burgos CF se estrena en El Plantío

Por fin, la primera victoria liguera del Burgos Club de Fútbol de Jon Pérez Bolo ya es una realidad. Puntos de alivio, puntos de sutura gracias a un fenomenal arranque de los locales, culminado por Fer Niño con un remate sutil, una delicatessen al cuarto de hora desviando a la red un centro de Matos. 

Después, el Real Oviedo se quedó con diez antes del descanso y parecía un decorado ideal, pero en la segunda parte surgió también la versión más pragmática de los burgalesistas, sin locuras, conteniendo a un adversario que lo buscaba con diez jugadores y en pos de las contras. 

Al final, una victoria importante para que las buenas sensaciones de este equipo se vean acompañadas por esos grandes amigos, los puntos.

Salida muy dinámica del Burgos, con ganas los locales de convertir al fin sus muchas ocasiones creadas en goles y, por ende, en puntos. Tampoco el Oviedo se encerraba en sus trincheras y el partido iba de lado a lado, un entretenido inicio. 

Así, a los ocho minutos, el buen centro de Raúl Navarro lo remataba en plancha Curro por encima del travesaño. Y el central de urgencia ante la situación del plantel, Unai Elgezabal, debía dejar lesionado el campo a los diez minutos entrando Grego Sierra, el damnificado del campo del Levante, al campo.

Pareció un tema muscular para el vasco en otra desgracia para Bolo, con el Burgos asomándose de nuevo en un centro raso de Dani Ojeda a los guantes de Leo Román. 

Apretaban los locales y llegó el premio del gol cuando una llegada por la izquierda de Matos tras un buen cambio de orientación la remataba Fer Niño adelantándose a su par, toque sutil al segundo palo en una diana ciertamente hermosa. Se reivindicaba el nueve, se adelantaba un buen Burgos.

Apretaba el Oviedo con el 1-0 y Matos daba el susto, aparentemente lesionado pero por suerte sin mayores problemas. Poco a poco el encuentro parecía perder algo de pistón, con el Burgos acercándose en dos disparos lejanos y desviados de Curro Sánchez y Mumo.

Clara a la media hora la opción para el dos a cero en otra llegada de un Matos muy activo, controlando Curro para remachar desde cerca sacando a córner Dani Calvo cuando el fondo ya cantaba el tanto. Y en el servicio desde la esquina, el cabezazo en el primer palo de Aitor Córdoba se iba alto. 

Se enchufaban de nuevo los de Bolo y un robo de Dani Ojeda lo culminaba el extremo entrando en velocidad con un zapatazo desde la frontal que acababa en córner. Y desde la esquina, la acción ensayada era un trallazo lejano de Mumo que Román sacaba a saque de esquina con los puños. Fase de agobio local, gustando y llegando a puerta el equipo de Bolo, que ya merecía más ventaja en el tanteador.

Y a los 40 minutos, en un balón dividido en la medular el visitante Seoane, que debutaba, con una amarilla en su haber entró con la plancha muy alta y la consecuencia fue obvia, dejar a los asturianos con diez antes del intermedio. 

Pero el fútbol tiene siempre misterios insondables, y con uno menos la tuvo Viti a un minuto del 45, con paradón de Caro ante el disparo a bocajarro del 7 carbayón. Y ya en el quinto y último minuto de añadido, la jugada trenzada del Burgos la sellaba Fer Niño con un chut raso ya en el área que se iba fuera por cuatro dedos pegado al poste. Muy buenas sensaciones burgalesistas.

El Oviedo, revive

Tras el descanso era el Real Oviedo el que salía con ganas de pisar campo adversario, más contemplativo el once local. Alemao era la peligrosa referencia en punta astur, pero a los siete minutos el primero en avisar era el Burgos en contragolpe conducido por Ander, con tiro raso final de Dani Ojeda para que se luciera abajo Leo Román.

Pese a estar con diez, los oviedistas lograban acercarse como en un disparo raso y lejano de Sebas Moyano que atrapaba el bueno de ´Xurripi´ con seguridad. Los de Cervera estaban con dos líneas firmes de cuatro, incomodando mucho a los locales cuando la pelota estaba en su poder.

Y es que al paso por el ecuador de la segunda parte, el encuentro transitaba por una fase falsamente plácida, mandando las defensas y con una opción clarísima para los de Bolo a los 69 minutos en otra acción de talento entre Fer Niño y Ojeda, con remate final a placer de Ander Martín en el segundo palo que se estrellaba en el travesaño de manera espectacular tras una primera parada del arquero visitante.

Volvía a ser más vertical y peligroso el Burgos con pelota, mientras los avisos oviedistas eran más tímidos como un disparo lejano de Jimmy, desviado. 

El mayor susto para Caro llegaba a los 79 minutos cuando el punta azul Alemao se iba en carrera y su disparo cruzado en el balcón del área no se perdía lejos del poste. 

Paulino era el siguiente en avisar para los visitantes, también raso en la frontal, con sólida respuesta de un Caro con ganas de echar el cierre a su primer partido a cero. Lo consiguió el Burgos defendiendo con orden en el tramo final ante un adversario con muy pocas respuestas en ataque. Al final, alivio y sonrisas porque el primer triunfo ya es una realidad. Ahora toca seguir creciendo.