Un derbi y 231 días sin ganar fuera de El Plantío para el Burgos CF

Al Burgos CF, a su plantilla y su afición, se le ha olvidado la sensación de ganar fuera de casa. Ha transcurrido demasiado tiempo desde que se produjo la última victoria a domicilio y se vivió la euforia de volver a El Plantío con los tres puntos tras un desplazamiento. Son ya 231 días sin ganar fuera de casa. 

Un total de 22 jornadas de Liga sin traerse a Burgos la victoria, 15 en la temporada pasada y 7 en la presente. 

Con ese panorama se avecina uno de los partidos señalados en el calendario blanquinegro como de alta intensidad.

Vencer en el estadio José Zorrilla está siempre en el horizonte de la plantilla y la afición, dada la rivalidad -cada vez más sana- entre el Real Valladolid y el Burgos CF. La expedición blanquinegra visita este domingo el estadio pucelano con un bagaje pésimo en sus desplazamientos fuera de El Plantío, ya que los de Jon Pérez Bolo han perdido todos sus partidos, mientras que el conjunto entrenado por Paulo Pezzolano, que también había caído en todos sus desplazamientos, logró una victoria en la jornada precedente precisamente contra el Oviedo y en el tiempo de descuento.

Duelo de urgencias, por tanto, entre dos equipos vecinos en la Comunidad Autónoma y en la tabla clasificatoria que aún no han demostrado su potencial. Sobre el papel el Burgos CF presenta una mayor fortaleza en su campo mientras que los pucelanos sólo han cuajado dos victorias y un empate en lo que llevamos de liga y pasan por una racha de falta de confianza que se ha trasladado a la grada. 

Quizá la intensidad y motivación que se le presuponen a este partido sean la clave para que el Burgos CF acabe con el maleficio que le impide ganar fuera de casa desde hace 231 días. 

A mayores, los blanquinegros han demostrado una mayor capacidad de marcar goles que en la temporada pasada. Mucho mayor que los albivioletas que sólo han anotado un único gol fuera del Zorrilla.

Un bloqueo a domicilio que viene de lejos

Los aficionados con más memoria recordarán que fue el 12 de febrero de 2023 cuando el conjunto blanquinegro logró derrotar al Oviedo en el Tartiere por 0-1 con un gol de Atienza en el minuto 51. Desde entonces han transcurrido aproximadamente 5.510 horas sin ganar lejos del estadio municipal. 

Aquella victoria fue la única a domicilio en la segunda vuelta de la temporada pasada y tampoco al comenzar el curso presente el Burgos CF ha sido capaz de conquistar ningún campo ajeno y pocas veces pudo puntuar.

De hecho, para encontrar la última ocasión en la que el conjunto blanquinegro puntuó en campo contrario hay que remontarse al 7 de mayo de este año 2023, aún en la temporada anterior, cuando empató a cero en Cartagena. 

Esa segunda mitad de la temporada pasada fue nefasta en cuanto a los resultados fuera de El Plantío ya que tan sólo se cosecharon puntos en cuatro jornadas, que fueron la victoria en Oviedo por la mínima y tres empates, dos de ellos sin goles -marca de la casa- y el tercero un empate a uno en la Rosaleda ante el Málaga.

Por el contrario, la primera vuelta de la temporada pasada se le dio mejor a los de Julián Calero que lograron puntuar en siete jornadas con tres victorias: ante la Ponferradina, el Racing de Santander y Las Palmas. Previamente, en los inicios del curso pasado el Burgos CF encadenó cuatro empates sin goles en sus cuatro primeros desplazamientos, rentabilizando al máximo el mérito de mantener su portería a cero.

Ese rédito de cada gol marcado fue una constante en toda la temporada pasada con 6 puntos amarrados con sólo 2 goles en la segunda vuelta y 13 puntos con 5 goles en la primera.