El Burgos CF encaja en Oviedo la mayor derrota de la temporada

El Burgos CF tiró por la borda cualquier opción de sumar algo positivo en el Carlos Tartiere, o al menos el dar una buena imagen lejos de El Plantío, al completar una desastrosa primera mitad en la que se puede decir que ni compareció y en la que encajó un severo correctivo de tres goles por parte de un Real Oviedo al que ni siquiera le hizo falta jugar un buen fútbol y sólo con poner más tensión pasó por encima del equipo de Jon Pérez Bolo.

 Tras el descanso el panorama no mejoró y el conjunto asturiano castigó la apatía burgalesa con un cuarto tanto a los cinco minutos del reinicio para después jugar el resto de la segunda como si de un entrenamiento se tratara y redondear la goleada con un quinto gol poco antes de la conclusión.

Sin Sancris en el equipo titular y con Mumo dentro de los once elegidos, el Burgos de Jon Pérez Bolo saltó al césped del Carlos Tartiere con una equipación blanquirroja poco habitual y también bastante despistado pues ya en el primer minuto de partido se vio un pequeño desajuste defensivo y Elegezabal la tuvo que sacar a la esquina ante la amenaza de un Sebas Moyano dispuesto a sorprender de manera temprana. 

El Real Oviedo había entrado más concentrado al choque y cinco más tarde de nuevo Elegezabal abortaba otra acción local de peligro que confirmaba el clarísimo dominio inicial de un conjunto asturiano que en el 11´ tuvo otra todavía mejor, en una jugada con varios rechaces y donde Caro salvó a los suyos ante el intento de un Dubasin que buscó la escuarda picando la pelota. 

Finalmente, al filo del cuarto de hora y ante las muchas facilidades que dejaba el equipo de Bolo, el Real Oviedo consiguió adelantarse en el marcador por mediación de Sebas Moyano tras un buen pase en profundidad de Seoane.

El gol sirvió para que el dominio ovetense fuera todavía mayor y al poco Viti perdonaba el segundo, mientras que de seguido era el goleador Sebas Moyano quien ponía a prueba a Caro. Después los burgaleses siguieron sin reaccionar, disputando el duelo con muy poca tensión competitiva y a merced de un Real Oviedo que no paró de sumar acercamientos al área y acciones de mayor o menor peligro pero siempre inquietantes. 

El equipo de Bolo estaba a verlas venir y sirva de ejemplo que para cuando consiguió estirarse por primera vez, botando un córner que quedó en nada, ya se había atravesado el ecuador de la primera mitad. Superada la media hora no se vería mayor igualdad pero sin un choque algo más parejo, aunque no por la mejoría de un Burgos errático y desconectado por completo y sí porque el Real Oviedo, acaso contagiado del mal juego de su rival, bajó el ritmo de manera notoria.

Así y todo jugando al tran tran el once de Luis Carrión tendría las mejores, como en el 34´ cuando Mumo perdía un balón en zona de peligro y el ataque local terminaba con Abel Bretones rozando el segundo de la tarde. Hasta que finalmente sentenciaría el resultado con dos goles seguidos poco antes del descanso. 

El segundo de la tarde a falta de cuatro cuando el equipo pierde la enésima pelota y a la salida del saque de esquina Seoane marcaba el segundo completamente solo tras centro de Cazorla. Y el tercero en el último minuto cuando Joni Montiel también la pierde al lado del área y el goleador Sebas Moyano no perdona haciendo el segundo en su cuenta personal. 

El Real Oviedo metía la directa y sentenciaba el resultado antes del paso por los vestuarios.

En el reinicio el Burgos no puso fin a su apatía y eso en seguida lo castigó por cuarta vez el once de Luis Carrión, que a los cinco minutos con un simple balón de Viti a la espalda y su goleador Sebas Moyano en racha para apuntarse el hat trick, amenazaba con endosarle un correctivo escandaloso a los burgaleses.

Bajo la amenaza del rídiculo Bolo movió su banquillo generosamente, Carrión tampoco tardaría en hacerlo, y ya sin tensión alguna el choque comenzó a igualarse un poco más, pues hasta el Burgos tendría sus ocasiones para marcar bastante claras, especialmente en acciones a pelota parada desde la esquina. Pero el caso es que tampoco consiguió marcar el del honor y por contra su oponente, a falta de dos para la conclusión, redondeó su festiva y plácida tarde con un quinto tanto desde los once metros anotado por Borja Bastón.