El Correo de Burgos

ARTE URBANO

La Disneylandia de Banksy

El grafitero británico proyecta su siniestra visión de los cuentos infantiles en 'Dismaland', un parque temático efímero situado cerca de Bristol.

CAMERON Vista general con la cara del 'premier' británico.-REUTERS/TOBY MELVILLE

CAMERON Vista general con la cara del 'premier' británico.-REUTERS/TOBY MELVILLE

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Una noria gigante que parece que se vaya a romper, un tiovivo siniestro, un estanque surcado por pateras llenas de inmigrantes, el carruaje de la Cenicienta estrellado y la joven doncella muerta. Esta es la visión lúgubre y decadente que el Banksy tiene de Disneylandia y que ha plasmado en un parque temático que el popular grafitero inaugura hoy.La Disneylandia satirizada por Banksy se llama Dismaland (algo sí como Tierra deprimente) y se ha instalado en un recinto abandonado desde hace 15 años junto a la playa en Weston-super-mare, en el oeste de Inglaterra, cerca de Bristol, donde se cree que vive el misterioso artista. El desconocido autor -su identidad nunca se ha desvelado-, en un comunicado, describe los 10.000 metros cuadrados de la megainstalación como «un parque temático familiar no apto para niños». Banksy ya utilizó este nombre en un grafito antiguo con el lema Welcome to Dismaland y la frase La vida no siempre es un cuento de hadas.En el proyecto han colaborado 58 creadores elegidos personalmente por él, entre los que destacan Jimmy Cauty, Jenny Holzer y Damien Hisrt. «Es una exposición con los mejores artistas que podía imaginar, faltan dos que me dieron plantón», explica el artista que quiere que el parque sea entendido como «un festival de arte, de diversión con niveles de anarquismo para principiantes».En el recinto, que en el pasado se llamaba Tropicana y fue una piscina municipal con el trampolín más alto de Europa de la época, Banksy ha proyectado un pueblo con el mismo paisaje que lucen las zonas asoladas por grandes disturbios. El escenario lo preside un tétrico castillo con lago -la antigua piscina transformada- que luce una reproducción deformada de la Sirenita. «Me gustaba Tropicana de niño y para mí ha sido un honor volver a cruzar esta puerta», apunta Banksy en el mismo comunicado. Concierto de Pussy RiotA los visitantes los recibirán vigilantes deprimidos y en el interior del recinto se ofrecerán préstamos a los niños con un interés del 5.000%. Habrá también caricaturistas que solo dibujarán cogotes y repartidores de globos con la inscripción Soy imbécil. Destacan, además, una instalación gigantesca con dos camiones doblados del escultor americano Mike Ross, y otra de un furgón policial accidentado en medio de un charco de agua que sirve de tobogán para los más pequeños. En Dismaland todo es sátira y crítica a la sociedad capitalista y consumista en la que vivimos.El parque estará abierto hasta el 25 de septiembre y, además de la exposición de las piezas creadas expresamente por los artistas, los viernes se celebrarán conciertos con diferentes grupos. Ahí estarán, entre otros, las polémicas Pussy Riot, Massive Attack, Run the Jewels, DJ Ioda y Sleaford Mods. Se prevé la llegada masiva de público y de incondicionales del artista y los comercios del tranquilo pueblo costero se frotan las manos. En el año 2009, la muestra que organizó en el museo de Bristol, donde juntó 100 de sus obras, recibió 300.000 visitas y generó unos ingresos en la economía local de 15 millones de euros.Mucho dinero para un creador del que poco o nada se sabe. Un artista callejero que se cree que creció y vive en Bristol, y que se inició en el mundo del aerosol durante el boom grafitero de los 80. Sus pintadas son sátiras subversivas de la política, la cultura pop y la moralidad. Tiene tantos seguidores como detractores, estos últimos discuten la calidad de su arte y, sobre todo, le acusan de enriquecerse con su mensaje antisistema. No parece que vaya a ser el caso de Dismaland, cuya entrada costará 3 libras (unos 4 euros). Muy lejos de las astronómicas cifras que alcanzan sus obras arrancadas de las paredes (el artista está en contra de los derechos de autor) y luego subastadas por cientos de miles de euros en pujas que el artista califica de «repugnantes».Como todo lo que hace Banksy, la construcción del parque temático se ha mantenido en secreto. Durante las semanas que ha durado su montaje, los vecinos de Weston-super-mare han creído que se estaba levantando un decorado para rodar una película de Hollywood hasta que el jueves vieron que habían cambiado el rótulo gastado de Tropicana por el también maltrecho de Dismaland.

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