EL BEBÉ REAL BRITÁNICO
Meghan Markle quiere llevar la maternidad a su manera
Influyen más en sus decisiones sus amigas estadounidenses que los miembros de la casa real. Algunas fuentes apuntan que el parto fue inducido en un hospital de Londres, y no en casa
Meghan Markle ha dejado bien claro con el nacimiento de su primer hijo que va a llevar la maternidad a su manera y que van a tener más influencia en su toma de decisiones lo que le aconsejen sus amigas íntimas estadounidenses que los miembros de la Casa Real británica. En este grupo de influencia están la abogada de derechos humanos Amal Clooney, la tenista Serena Williams, la estilista Jessica Mulroney y la actriz Abigail Spencer, excompañera de Markle en la serie 'Suits'.La decisión de mantener en privado todos los detalles del nacimiento va en esta línea. Los Duques de Sussex, que aún no han decidido el nombre del bebé, han roto muchos de los protocolos reales como tener un parto en casa o no presentar en sociedad al recién nacido horas después de nacer como sí hicieron Kate Middleton (que ayer visitó al bebé con su marido, Guillermo) y Lady Di. Además, Enrique y Meghan anunciaron su llegada por Instagram antes de que se instalara en Buckingham Palace el tradicional caballete con el anuncio para que lo leyera el pueblo.LA NIÑERA Y LA PEDIATRAOtra de las decisiones de Meghan que no gustan en palacio es que quieran una niñera estadounidense. Su hijo tiene doble nacionalidad británica y estadounidense. Han empezado a buscar y quieren que empiece dentro de tres meses. Los Duques de Sussex prefieren que sea un hombre. Podrían alquilar los servicios de la experta en el cuidado de niños Rachel Waddilove, contratada por los Clooney, que cobra 400 euros por día y está disponible las 24 horas por Skype.También han contratado los servicios de la pediatra californiana Brandi Jordan, que cobra 5.800 por sesión, para dar consejos a la madre de Meghan, Doria Ragland, sobre cómo cuidar a su nieto. Ragland ha acompañado a su hija en todo momento. El diario 'The Sun' apuntó que la Reina había visitado a su octavo biznieto el lunes, aunque no está confirmado por palacio.MULTITUD DE RUMORESEl secretismo que envuelve el nacimiento ha generado multitud de rumores. Se cree que el parto fue en casa, en Windsor, como era deseo de Meghan. Sin embargo, el 'Daily Mail' señalaba este martes que la princesa fue llevada al hospital Portland de Londres el domingo por la tarde, en secreto, por un equipo de seguridad. Cuenta que ni tan siquiera los altos cargos del servicio real lo supieron.Dicen que pasó la noche en el hospital hasta que dio a luz a las 5.26 de la mañana, y que podrían haberle provocado el parto, ya que llevaba una semana fuera de cuentas. Y que luego la volvieron a llevar casa sin que nadie se enterara. Buckingham Palace no quiere facilitar la información. Algunos comentaristas reales apuntan que quizá nunca sabremos dónde nació.