CiBUC, revolución Burgalesa de la IA Colectiva

En la era digital, la sinfonía entre la humanidad y la tecnología alcanza nuevas notas con la llegada de la Inteligencia Artificial Colectiva. Este fascinante fenómeno redefine no solo la forma en que interactuamos con la tecnología, sino también cómo, como conjunto de individuos, abordamos los desafíos más complejos. Desde colaboraciones virtuales hasta innovaciones disruptivas, esta tecnología conecta personas y ordenadores de forma que colectivamente sean más inteligentes que nunca antes lo han sido por separado.

La curiosidad y experiencia con la innovación de José María González del Álamo CEO Fundador de Innovation Wars (CiBUC) viene de lejos, desde 1992 hasta 2012, pilotó e impulsó una Plataforma de Innovación con 15 equipos multidisciplinares, cada uno con sus proyectos y objetivos. Según nos cuenta Jose María, los aprendizajes sobre este campo, fueron extraordinarios.

Al mismo tiempo cursó en la UBU un Programa de Doctorado en Nuevas Tendencias en Dirección de Empresas cuyo trabajo final de investigación, le acercó al apasionante mundo de la inteligencia de enjambre. Su capacidad de generar una inteligencia colectiva a partir de una inteligencia individual, le fascinó totalmente y fue su gran inspiración, reseña. Todo ello le condujo a una revelación crucial: apreció que la confluencia entre la inteligencia artificial de las máquinas y la inteligencia colectiva de las personas, marcaría el éxito futuro de la gestión empresarial.

Armado con esta visión, decidió emprender su particular apasionante aventura en 2013, cuyo objetivo fue crear una tecnología nueva que aprovechase al máximo estos dos nuevos «súper poderes»: Inteligencia Artificial e Inteligencia Colectiva. Nació así el concepto de «Inteligencia Artificial Colectiva» (IAC), una nueva forma de inteligencia que pudo materializar a través de CiBUC, su Plataforma digital de resolución de retos empresariales con el poder de la IAC.

CiBUC, por lo tanto, trabaja con inteligencia artificial colectiva pero no como un fin, sino como el medio con el que los directivos pueden desatar el potencial colectivo y creativo de sus empresas, a menudo lastrado por carecer de las tecnologías y de las metodologías apropiadas.

El burgalés reconoce que puede parecer algo metafísico o incluso filosófico, pero declara que es tan sencillo como saber aislar las respuestas de sus autores y someterlas a procesos indirectos de agrupación, combinación, síntesis y votación cualificada, con el único objetivo de que emerja y sobreviva la inteligencia artificial colectiva que surge de la colaboración «hombre-máquina».

Se trata, en definitiva, de aprovechar el poder de la colaboración hombre-máquina para crear soluciones más inteligentes y eficientes. En lugar de máquinas aisladas, se crea un ecosistema donde la sinergia entre humanos y tecnología desencadena resultados extraordinarios.

En su arsenal de herramientas, utilizan y fusionan diferentes algoritmos: Clusterización semántica, Hibridación y síntesis, Inteligencia de enjambre y Segmentación poliédrica, además del ingenio humano que dota de sentido y consistencia al resultado final que entregan, guiados por un proceso iterativo de mejora y evolución continua.

José María González del Álamo expone que la forma de trabajar es a través de diferentes servicios de asistencia tecnológica y metodológica, todos ellos orientados a transformar un reto complejo (ya sea crecer, digitalizarse, innovar, atraer talento, vender, etc.) en la ruta más inteligente y sencilla para poder resolverlo. La eficiencia de esta inteligencia colectiva queda patente ya que CiBUC cuenta con grandes clientes como BBVA, Siemens, Nestlé, SEUR, ENDESA, Bankinter, UFV o Fundación Caja de Burgos, entre otros.

En Innovation Wars se encuentran ahora mismo centrados en tres líneas estratégicas de trabajo:

La primera tiene que ver con escalar su Plataforma CiBUC para que tenga pronto una versión autónoma (Software como servicio), es decir, dar la opción a las empresas pequeñas, medianas y grandes a que puedan beneficiarse y pilotar esta tecnología por sí mismas.

La segunda tiene que ver con culminar el desarrollo curricular, como nueva disciplina, de la Dirección Inteligente Conectiva de modo que, tanto estudiantes como directivos y consultores, puedan certificarse y acreditar su maestría en esta disciplina.

La tercera tiene que ver con promover la instalación en la Sierra de la Demanda de su centro de desarrollo tecnológico y de empleo digital, en el marco del proyecto de «El Valle Digital».

Y es precisamente ésta última línea de trabajo la que, según señala el salense, más le ilusiona. «El Valle Digital» tiene como objetivo la creación de empleo digital y desarrollo territorial en la Sierra de la Demanda, reconquistando el futuro desde lo digital, para un territorio rural en el que la era del teletrabajo abre una nueva oportunidad que antes no existía.

«El Valle Digital» pretende ser el destino digital del empleo rural, reteniendo y atrayendo a todos los jóvenes motivados por este tipo de ocupaciones y que puedan plantearse quedarse o retornar a su lugar de origen, siempre que éste sea capaz de ofrecerles un trabajo y un proyecto de vida atractivo y alternativo a la precariedad y al estrés con los que se vive en las ciudades.

Se trata de un programa concebido por CiBUC y apoyado por Agalsa (Grupo de Acción Local), que les permitió aprovechar los años de la pandemia para construir un Plan orientado a transformar la comarca de la Demanda en el primer Valle Digital de España, gracias a la implicación de casi 1.000 voluntarios, de los cuales un 60% viven fuera de ella.

José María señala que se encuentran a la espera de resolución de un Expediente de Fondos Next Generation solicitados al Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, y que en el caso de ser otorgados, ayudarían a impulsar las iniciativas más valiosas que contiene el mencionado Plan.

En 2019 CiBUC recibió el premio «Innovation in Company» por parte de la Universidad de Francisco de Vitoria, como la Startup nacional más innovadora en tecnología aplicada al aprendizaje: EdTech, y al mismo tiempo resultaron finalistas en la categoría de inteligencia artificial aplicada a la gestión. González del Álamo sostiene como algo maravilloso que una universidad pionera en educación humanista, como lo es la Francisco de Vitoria, ponga en valor que se aporta algo nuevo y relevante al modo en que las personas aprenden, ya que La I.A.C. y CiBUC son todavía muy poco conocidas.

Además de los proyectos mencionados anteriormente, el CEO de CiBUC nos cuenta que, con la mirada puesta en el futuro, están muy centrados en cerrar acuerdos de colaboración estratégicos con Consultoras de prestigio y con Asociaciones Sectoriales muy reconocidas.