COMICIOS EN EL PAÍS HELENO
Readmisión de funcionarias, una de las promesas electorales de Syriza
Un grupo de trabajadoras de la limpieza despedidas del Ministerio de Economía ve con esperanza la victoria de Tsipras
Un grupo de 30 mujeres acampan a 200 metros de la Plaza Syntagma, centro neurálgico de Atenas. Pancartas con mensajes contra Coca Cola y el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos y Europa (TTIP) las protegen del frío. Su símbolo es un guante de látex rosa. Tienen un calefactor, varias tiendas y muchas ganas de hacer oír su voz.Son las últimas 595 profesionales de la limpieza que fueron despedidas en septiembre de 2013. Trabajaban para el Ministerio de Economía de Grecia, en el departamento de Hacienda. Con las medidas de austeridad impuestas por la Troika se decidió prescindir de sus empleos públicos y no hacerse cargo de las indemnizaciones pertinentes.Sophia Tsagaropoulou es la única de ellas que habla inglés. Mujer de unos 50 años, divorciada, vive desde entonces con sus padres "no tenía donde vivir" explica. Llevaba 20 años trabajando en el ministerio. "Las que quedamos aquí somos las más locas" asegura bromeando. Muchas tenían cargas familiares y se rindieron. Y es que la suya, es para Sophia "una causa de justicia".Según cuenta, en febrero de 2014 la justicia griega declaró ilegal su despido y obligó al Ministerio a contratarlas de nuevo, pero este se negó. Había encontrado una oferta mejor. Los servicios de limpieza fueron externalizados y concedidos a una empresa que según cuenta este grupo de mujeres "contratan a inmigrantes y les pagan 1€ la hora". "Las empresas privadas ya no contratan a griegos, les salimos demasiado caros" añade con indignación. Su caso es ampliamente conocido en Atenas y Grecia, hasta el punto de hacer llegar sus reivindicaciones, de la mano de Syriza, al Parlamento Europeo. Las invitaron a presentar su situación ante las instancias europeas en febrero de 2014.Ahora sus esperanzas de recuperar su trabajo están puestas en los comicios de este domingo. Syriza y Tsipras les han prometido que se los van a devolver. Para la mayoría de ellas, es su última oportunidad de conseguir un empleo estable otra vez. Todas ellas tienen más de 45 años. Estas mujeres acampadas día y noche ante el ministerio de Economía muestran los contrastes de la crisis económica en Grecia. El distanciamiento entre las instituciones y la ciudadanía.