EL DRAMA HUMANITARIO
Cinco países hacen peligrar el acuerdo sobre refugiados entre la UE y Turquía
Francia, España, Chipre, Bulgaria y Hungría presentan objeciones al preacuerdo pactado con Ankara. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, presenta a los Veintiocho sus modificaciones
El objetivo del acuerdo que perfilan la Unión Europea y Turquía no ha cambiado: devolver al máximo número posible de inmigrantes y refugiados que lleguen a Grecia a territorio turco. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, presentará este miércoles ante los 28 países un plan retocado, a partir de las propuestas negociadas entre la cancillera alemana, Angela Merkel, y el primer ministro turco Ahmed Davutoglu, pero el catálogo de obstáculos jurídicos y políticos es todavía muy amplio.
“Somos conscientes de que hay mucho trabajo por hacer pero tenemos un claro objetivo y ese objetivo es conseguir un acuerdo con Turquía viable legalmente y práctico”, asegura un alto funcionario europeo implicado en la búsqueda del acuerdo que tratarán de sellar el viernes durante un desayuno de trabajo con Davutoglu. “Estamos preparados para un desayuno de trabajo el viernes con el primer ministro turco pero la cocina está preparada para servir también un almuerzo”, ironizan. Estos son algunos de los países que han mostrado dudas y críticos con el contenido de un plan que ofrece a Ankara importantes contrapartidas. CHIPRE Y LA ADHESIÓN
Es el único estado miembro que Tusk ha visitado antes de la cumbre que arranca este jueves en Bruselas, una señal elocuente de donde ve el presidente de la UE el principal problema. La parte norte de este pequeño país mediterráneo fue invadida por Turquía en 1974 y en 1983 se autoproclamaba república turca del norte de Chipre, solo reconocida por Ankara. Chipre se unió al club europeo en 2004 pero Turquía se ha negado desde entonces a reconocer la república chipriota. Las tensiones no han dejado de aumentar hasta el punto de que Nicosia mantiene bloqueada la apertura de ocho nuevos capítulos de negociaciones por la negativa turca a abrir sus puertos y aeropuertos a Chipre. Se trata de uno de los elementos que Ankara exige revitalizar ahora -abriendo cinco nuevos capítulos- a cambio de aceptar inmigrantes de vuelta. El presidente chipriota Nicos Anastasiades ya ha dejado claro que no va a ceder. "En el marco de las negociaciones de adhesión hay una regla de oro y es que para abrir un capítulo tiene que haber acuerdo unánime de los Estados miembros", recuerda un diplomático de uno de los países grandes de la UE. BULGARIA Y RUTAS ALTERNATIVAS
El cierre de la ruta de los Balcanes occidentales preocupa muy especialmente a Bulgaria que teme que los traficantes abran nuevas rutas de entrada en la UE a través de su país. El borrador del plan presentado el pasado 7 de marzo solo contempla devolver a Turquía a los inmigrantes y refugiados que lleguen a las islas griegas del Egeo y el Gobierno de Sofía quiere garantías de que Turquía también recibirá de vuelta a aquellos que crucen ilegalmente su frontera. HUNGRÍA Y EL REASENTAMIENTO
El primer ministro Viktor Orbán fue el primero en anunciar durante la cumbre extraordinaria del 7 de marzo que vetaría el acuerdo de reubicación de refugiados directamente desde Turquía. Su país es uno de los que han denunciado ante el Tribunal de Justicia de la UE el plan de reubicación de 160.000 personas pactado por los 28 y ya ha anunciado su intención de celebrar un referéndum para consultar a los húngaros si apoyan la redistribución. Este pasado martes dejaba claro de nuevo que su postura no ha cambiado, que no contempla acoger refugiados y que sigue viéndolos como una amenaza para Europa. La intención de la UE es devolver de Grecia a Turquía a todos los inmigrantes y refugiados que no cumplan los requisitos para quedarse y reasentar directamente desde Turquía -1 persona por cada refugiado que acepte de vuelta- entorno a 72.000 personas. FRANCIA Y LOS DERECHOS HUMANOS
El presidente francés, François Hollande, no ha anunciado ningún veto pero sí ha mostrado públicamente sus dudas sobre el respeto de los derechos humanos por parte de Turquía, así como sobre la exigencia turca de acelerar los trámites para eximir de visado a los turcos que quieran viajar a la UE. Ankara quiere que sus ciudadanos estén libres de cumplir con ese requisito desde el mes de junio. Hollande ya ha advertido que “no debe haber ninguna concesión” en ambas cuestiones y la Comisión Europea ha dejado claro que tendrán que cumplir con los 72 requisitos exigidos. "No puede haber atajos, solo se puede progresar rápidamente si se cumplen los requisitos", ha dicho el vicepresidente de la Comisión, Frans Timmermans. ESPAÑA Y LA LEGALIDAD
Aunque el presidente en funciones, Mariano Rajoy, valoró positivamente el plan puesto sobre la mesa el pasado 7 de marzo, el Gobierno ha ido modulando su postura a la luz de las críticas vertidas por la oposición en el Congreso y al hecho de que necesitará llevar este jueves a la cumbre una posición consensuada. España insiste en que no apoyará devoluciones masivas de refugiados y que el plan no debe ofrecer dudas desde el punto de vista de la legislación europea e internacional. La Comisión Europea ya ha dicho que las devoluciones en caliente no son posibles y que todas las peticiones tendrán que ser analizadas individualmente.