La elección de 12 gobernadores abre la lucha sucesoria en México

En unas elecciones que los analistas consideran el preámbulo, la antesala e incluso “el primer asalto de la pelea” cara a las presidenciales del 2018, más de 29 millones de mexicanos están convocados este domingo a las urnas en 14 de los 32 estados del país, para elegir a 12 gobernadores, casi 400 diputados locales y cerca de un millar de alcaldes. Con ‘focos rojos’ en muchos lugares y un trasfondo general de violencia y empoderamiento del crimen organizado.Pese a un descrédito que encabeza el propio presidente, Enrique Peña, el gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) se dispone a servirse con la cuchara grande. Incluso en la capital, ampliamente dominada por la izquierda. La flamante Ciudad de México batirá marcas de abstencionismo en la elección de solo el 60% de su asamblea constituyente; el resto de diputados serán designados por el presidente, el Parlamento y el alcalde, en lo que antes se denominaba “el dedazo”.

El estado de Veracruz, cuyas elecciones eran antaño barómetro de las generales, presenta los comicios más reñidos tras el paso de dos gobernadores nefastos: el saliente, Javier Duarte, y su predecesor,Fidel Herrera, actual cónsul en Barcelona. Frente al PRI se han unido el conservador Partido Acción Nacional (PAN) y el socialdemócrata Partido de la Revolución Democrática (PRD). Pero los dos candidatos son primos, de renombrado apellido Yunes, y las encuestas sitúan a su altura al desconocido Cuitláhuac García, candidato del izquierdista Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).El auge de ese nuevo partido, que encabeza el incombustible Andrés Manuel López Obrador (AMLO) camino a una tercera candidatura presidencial, perjudicará sobre todo al partido del que se escindió, el PRD, que trata de conservar Oaxaca. Por su parte, el PAN se afianza en Puebla y pugna en Aguascalientes y Tamaulipas con el PRI. Aún con alta tasa de indecisos, las encuestas señalan que el partido gubernamental ganará también, con más o menos ventaja, en Sinaloa, Hidalgo, Durango, Chihuahua, Tlaxcala, Zacatecas y Quintana Roo.En cualquier caso, casi todos los candidatos de la oposición tienen pasado priísta y, como resaltan muchos mexicanos, “en los estados en los que hubo alternancia en anteriores elecciones no ha cambiado nada”. No obstante, la larga campaña electoral, de dos meses, ha sido definida por el ministro de Gobernación, Miguel Osorio, como “la más despiadada”, no solo por los insultos personales y familiares, y los expertos la señalan como “oscura y violenta”. Igual que un país que, a dos años vista, inicia este domingo en las urnas la pelea sucesoria.