HACIA UNA PAZ DEFINITIVA EN COLOMBIA
"Comienza el fin del sufrimiento y el dolor", proclama el presidente Santos tras concluir con éxito las negociaciones con las FARC
El presidente colombiano celebró la conclusión exitosa de las conversaciones para terminar con un conflicto armado de 52 años. Los ciudadanos validarán o rechazarán lo pactado en un plebiscito que se realizará el próximo 2 de octubre
“Emoción y gran alegría: comienza el fin del sufrimiento y el dolor. Esa esperanza nacional se ha vuelto realidad. Se ha llegado a un acuerdo completo y definitivo para poner fin al conflicto armado con las FARC”. El presidente colombiano Juan Manuel Santos irrumpió en las pantallas de televisión una vez que en La Habana se llegara a un acuerdo total sobre la agenda de paz alcanzado con la guerrilla después de tres años, 10 meses y seis días de negociaciones.
Santos y Rodrigo Londoño Echeverri, conocido como “Timochenko”, firmarán el 23 de setiembre el documento que pone de manera definitiva fin a 52 años de enfrentamientos con un costo humanitario, político, económico y cultural enorme. Un Santos visiblemente emocionado, anunció el inmediato envío al Congreso del documento que contiene los aspectos pactados. Los colombianos lo ratificarán o rechazarán en las urnas el próximo 2 de octubre. “Queda en manos de ustedes decidir con el voto el final de conflicto”. El presidente aseguró que en las próximas horas comenzarán a divulgarse “por todos los medios” los contenidos del acuerdo forjado en Cuba para que la ciudadanía “tengan toda la información” al momento de participar del plebiscito. “El día ha llegado. Por fin todo está acordado gracias a un esfuerzo titánico en la mesas de negociaciones”, dijo. El texto alcanzado por las partes, remarcó, es “definitivo” “e inmodificable”. Sus seis puntos esenciales, “permitirán construir paz estable y duradera”.UNA NUEVA ERA
Colombia inicia una nueva era sin “ataques y amenazas”. Entre otras cosas porque las FARC entregaran las armas a la ONU en un plazo de seis meses, dejarán de existir como grupo armado y se convertirán en movimiento político. Una vez disuelta como guerrilla, lo que todavía se conoce como las FARC tendrá portavoces en el Congreso, con voz pero sin voto, para implementar acuerdos. En el 2018 podrán participar de las elecciones y se les asegurará por dos períodos una representación parlamentaria mínima. El acuerdo, dijo Santos, permitirá un ataque más efectivo contra el narcotráfico. Las FARC se comprometen a colaborar con acciones concretas en la solución de ese problema, que incluye un plan nacional de sustitución de cultivos, lucha contra finanzas ilícitas y acciones conjuntas de desminado.“Hoy podemos decir que se acabó la guerra. Esta paz pertenece también a mis antecesores. Todos la buscaron y abonaron el terreno”, ha dicho el presidente. En los hechos, Santos dio por iniciada la campaña por el 'sí' al acuerdo al remarcar uno de los aspectos más salientes: “no habrá impunidad para los responsables de los delitos más graves” perpetrados por el Estado o la insurgencia. Sus responsables “serán investigados, juzgados y sancionados. Deberán decir la verdad y contribuir a la reparación. Si no lo hacen, más de 20 años de cárcel”. De esta manera se busca proteger “los derechos de las víctimas” e impedir que “se vuelvan a repetir las atrocidades”. LA AGENDA DE LA HABANA
Santos le habló al país una vez que concluyó la ceremonia de La Habana donde los negociadores de ambas partes se saludaron efusivamente bajo la mirada complacida de los representantes de los países garantes del proceso de paz, Cuba y Noruega, y los que funcionaron como “facilitadores” en los momentos de dificultades,Venezuela y Chile.El 'comunicado 93' leído en por los garantes fue el último después de casi cuatro años de gestiones. Cuba y Noruega detallaron el alcance de lo pactado: una reforma rural integral para cerrar brecha entre el campo y la ciudad, integrar regiones y reducir la pobreza; una participación política que permita que surjan nuevas fuerzas, enriquezca el debate y el pluralismo. Garantías para la participación.; el abandono de las armas y la “proscripción de la violencia como método de acción política”. El punto cuatro tiene que ver con el cese al fuego definitivo bilateral y la reincorporación de las FARC a la vida civil. La cuestión de las drogas ilícitas figura como quinto capítulo. Se crea, por último, un sistema integral de verdad, justicia, reparación y no repetición, con los mecanismos judiciales para sancionar graves violaciones e instancias extrajudiciales complementarias para esclarecer lo ocurrido, buscar desaparecidos y reparar daños causados. El Gobierno y las FARC resolvieron implementar mecanismos de verificación de los acuerdos con acompañamiento internacional que garantice el cumplimiento de lo pactado. "HABLAR DE PAZ"
Después tomó la palabra Humberto de la Calle, el jefe de la delegación nombrada por Santos. “Hemos llegado a la meta. La mejor manera de ganar la guerra es sentarse a hablar de paz. La guerra ha terminado. Abrimos la puerta a una sociedad más incluyente. Necesitamos, comprensión, altruísmo, paciencia. La mesa (de diálogo) no fue un ejercicio de condescendencia e intercambio de impunidades. No es un acuerdo perfecto pero es el mejor posible. Ahora debemos esperar con humildad el veredicto de la ciudadanía. Confiamos haber logrado un pacto fundamental para la conveniencia del país”. Le tocó luego el turno a Iván Márquez, el principal negociador de las FARC. “Tenemos humo blanco. Habemus paz. La paz es la más hermosa de todas las batallas. Hemos cerrado el acuerdo más anhelado de Colombia. Termina la guerra con las armas y comienza el debate de las ideas. Es un punto de partida para que un pueblo multiétnico sea orfebre y escultor del cambio y la transformación que reclaman las mayorías”. En los próximos días se inicia en Colombia la Conferencia Nacional de la guerrilla. Se espera que avale lo acordado. “Hemos interpretado fielmente las ideas de los compañeros de armas”, dijo. Márquez justificó la necesidad de levantarse en armas en 1964 como el derecho a luchar contra la opresión. Reconoció que “en una larga guerra se cometen errores que afectan a la población”. El gran acuerdo nacional post plebiscito permitirá “establecer un nuevo marco de convivencia político y social”.