LA CRISIS ECONÓMICA DE VENEZUELA
Maduro decreta el quinto aumento del salario mínimo en un año
La patronal venezolana se opuso a la medida y pidió la participación de los sindicatos
Nicolás Maduro se prepara para un año de definiciones. Pocas horas después de realizar un cambio estratégico en el Gobierno -el nombramiento de Tareck El Aissami como vicepresidente-, el mandatario venezolano decidió que el salario mínimo se incremente un 50% a partir del próximo domingo. Es la quinta subida en un año. En total representa un 536% en 12 meses. Más que un acto de generosidad estatal, se trata de una carrera perdida de antemano para atenuar los efectos devastadores de la inflación sobre el poder adquisitivo de los sectores sociales más vulnerables.
De acuerdo con los cálculos del Fondo Monetario Internacional (FMI), el año se cerró con una inflación del 700%. Por lo pronto, el nuevo aumento fue presentado ante la población como una suerte de escudo para proteger a los asalariados. El dinero es una obsesión nacional: se habla de los cambios de billetes o de lo que sencillamente no se puede comprar por efecto de una crisis económica que Maduro adjudica exclusivamente a las maniobras de sus adversarios.El salario mínimo en rigor se compone de dos modos de pago. De un lado, lo que percibe el trabajador. Por el otro, el bono de alimentación. Ambos totalizan 104.308 bolívares. La cotización del dólar en el mercado negro pulveriza esos números y los convierten en 31 dólares mensuales. El presidente de Fedecámaras, Francisco Martínez, puso el grito en el cielo por el anuncio de Maduro. El líder de la patronal consideró que el Gobierno “incumple nuevamente con los convenios de la Organización Internacional del Trabajo, específicamente con el número 26, que es la fijación del salario mínimo y la política salarial”. Para Martínez, la subida del salario es un asunto del que no pueden quedar fuera los sindicatos. Las medidas tomadas “no llevan a generar productividad”.CHAVISTA DURO
El aumento salarial tiene lugar en un momento diferente de la disputa que el Gobierno tiene con la oposición. La designación de El Aissami, un duro entre los duros del chavismo, es entendida por los analistas en ese contexto. El joven que este martes entra en funciones es conocido en Venezuela por su rechazo a una salida de la crisis negociada con la oposición.Su designación se conoce en un momento en que el diálogo político muestra signos de deterioro. El papa Francisco volvió a pedir “gestos valientes” para alcanzar la paz. Al mismo tiempo, el presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), Diego Padrón, puso en duda que el Vaticano continúe participando de la mesa de diálogo.