Macron baraja imponer el estado de emergencia
El presidente convoca una reunión de crisis de su Gobierno tras la explosión de violencia el sábado en París El Ministerio del Interior denununcia la infiltración de grupos ultras en las protestas de los 'chalecos amarillos'
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha convocado este domingo una reunión de emergencia de su Gobierno tras el estallido de violencia el sábado en París durante una protesta de los 'chalecos amarillos ' y no descarta decretar el estado de emergencia, según el portavoz del Gabinete, Benjamin Griveaux."Hay que pensar en todas las medidas que podamos tomar para evitar que este tipo de gravísimas manifestaciones de violencia en la vía pública no se reproduzcan" en la capital, respondió Griveaux al ser preguntado por la emisora "Europe 1" sobre la posible instauración del estado de emergencia.Tras llegar de Buenos Aires de participar en la cumbre del G-20, Macron ha visitado el Arco de Triunfo para comprobar los desperfectos que ha sufrido el monumento, símbolo de la República, que fue objeto el sábado de vandalismo durante las protestas de los llamados "chalecos amarillos".Más de 400 detenidosEl ministerio del Interior francés ha actualizadolas cifras de detenidos durante toda la jornada de manifestaciones del sábado, que se saldó con 412 detenciones a nivel nacional y 133 heridos de los cuales 23 eran miembros de las fuerzas del orden.Según "Europe 1", varios sindicatos policiales han solicitado al Ejecutivo que aplique el estado de emergencia para evitar que las escenas de insurrección que se vivieron en París, pero también a menor escala en ciudades como Nantes, Toulouse y Marsella, se repitan la semana que viene cuando grupos de "chalecos amarillos" llaman de nuevo a manifestarse. Según el Ministerio del Interior, entre los manifestantes se infiltraron hasta 3.000 violentes procedentes de grupúsculos de la extrema derecha y la extrema izquierda.El movimiento de los 'chalecos amarillos" surgió hace aproximadamente un mes de forma espontánea, sin pertenencia a ningún grupo político y se organizó en redes sociales para protestar contra una nueva alza de los impuestos al carburante, que el Gobierno aplicará a partir de enero. Las demandas se han extendido posteriormente desde la subida del salario mínimo hasta la dimisión de Macron.