Cocina de producto que reconforta

Hay veces que sólo el marco predispone a una velada única. Y hay que reconocer que los comedores de la Casa delArte de Simancas aportan un ambiente perfecto que sugestiona de manera clara. Pero un restaurante sin cocina no es nada. Y no es el caso.Esta casa pone de manifiesto que la gastronomía no tiene más fronteras que las que se propongan sus mentores. Su oferta pone sobre la mesa una coquinaria de sabores autóctonos y puros, comprometida con la materia prima y que estimula los sentidos sin artificios innecesarios. Todo un proyecto de ambientación clásica pero que no rehuye ningún postulado y de cuyos fogones salen platos sabrosos y muy reconocibles, con mucho sabor. Una bendición.Y todo sin recurrir ni a florituras ni a platos estrafalarios. Con un destacable sentido del buen gusto, este pequeño restaurante, que ocupa varias salas de una centenaria casona solariega cuyas mesas invitan a la ensoñación disfrutando de su pequeño patio, pone sobre la mesa una cocina noble y directa, basada en una materia prima de calidad elaborada con respeto y que se centra en propuestas conservadoras perfectamente ejecutadas en punto y forma.La cocina persigue un equilibrio entre recetas basadas en productos cercanos con dominio técnico y otras versiones más clásicas pero con hechuras actuales. Entre las primeras destaca su pulpo a la parrilla con patata cocida con pimentón y muselina de pera, perfecto de punto y sabor; y entre las segundas unas exquisitas zamburiñas a la plancha, con un mínimo tratamiento que potencia el resultado sápido. Respeto que multiplica las sensaciones.Unas sensaciones sobre la mesa que se multiplican con propuestas de restellante sencillez como su salmón ahumado artesanal elaborado en Uga, Lanzarote, una isla sin ríos ni lagos y que procesa uno de los mejores salmones ahumados con pescado procedente de Noruega yEscocia. Producto, producto y más producto: anchoas de Santoña, micuit de foie de Villamartín... Todo en una carta corta pero repleta de tentaciones.Entre los principales, las sensaciones de estar ante una cocina de producto ejercitada con maestría y dominio de las cocciones se repiten: magnífico tartar de atún, y delicioso bacalao, tornasolado y jugosísimo, presentado sobre una cama de pimientos, además de sugerencias recién llegadas del mercado y presentadas con cocciones ajustadas.El capítulo carnívoro seduce con un soberbio t-bone, un corte singular y poco habitual por estos lares que incluye un hueso en forma de letra ‘T’ y que permite degustar dos piezas de carne distintas, una a cada lado del hueso: por un lado solomillo y, al otro, entrecot de lomo, con un delicado sabor, terneza y atisbos de mineralidad.La carta incluye también alguna propuesta de corte sencillo como una hamburguesa casera y otras más exóticas como un divertido pollo tandoori presentado sobre un cous cous, un planteamiento resultón y logrado.Los postres siguen la tónica de la casa: postulados sencillos y ejecuciones y presentaciones trabajadas para dar vida a platos como su deliciosa tarta tatín de manzana. Pura gula.

La carta de vinos es correcta, sin demasiadas referencias y volcada en la zona pero bien seleccionadas para acompañar perfectamente a la cocina que desarrollan y el servicio es perfecto.Una dirección interesante para disfrutar de una cocina de producto, directa y sin florituras, donde impera el sabor y el buen gusto. Y ahora, con el buen tiempo, con una maravillosa terraza. Fetén.rodrigo.padilla@outlook.esGUÍADirección: C/ Cañuelo, 1. 47130 Simancas (Valladolid)Tel: 983 590 002E-mail: info@posadadelarte.esPrecio medio: 35€Valoración:Cocina: BienServicio: NotableBodega: CorrectaDecoración: NotablePUNTOS: 82 sobre 100