MIS FAVORITOS: PACO ESPINOSA (VALLADOLID) / JOSÉ LUIS LÓPEZ CERRÓN
Del sillín a la silla más sabrosa
Para la comida no soy especial», dice con total normalidad alguien acostumbrado a comer sobre la marcha, ya fuera la que impusiera el jefe de filas, o el piñón que demandara el puerto a escalar. Porque la de José Luis López Cerrón es una vida sobre ruedas.Tiene más de 20 y menos de... ¡qué importa! Acaba de cumplir uno más el miércoles –¡felicidades!– y gran parte de ellos, muchos, los ha vivido sobre un sillín. Muchos le conocerán de aquellas sobremesas primaverales en las que se le veía con el maillot del equipo Zor (Vereco, Campagnolo, Helios, Novostil, Gemeaz Cusin). Como aquel 5 de mayo de 1981, cuando ganó la etapa décimo catorce, Gironella–Balaguer de la Vuelta a España, de 197 kilómetros.López Cerrón, presidente de la Real Federación Española de Ciclismo desde hace cuatro años, conoce el mundo del velocípedo desde abajo: fue corredor con un grupo de amigos, aficionado, profesional, director de equipo, organizador de competiciones y presidente de la Española. Un cargo que espera revalidar en las próximas elecciones de diciembre.Con una trayectoria así, acostumbrado a comer dando pedales, cuando se sienta a la mesa, le gusta todo. Bueno, todo, todo, no. Tras infinitos viajes por medio mundo, lo que más le ha costado comer fue una lamprea en su jugo. «Ver esa especie de culebra con su sangre... esa salsa oscura...», recuerda.Más que sentarse protocolariamente a mesa y mantel, prefiere el picoteo. «Prefiero picar, comer de tapas y pinchos». Y uno de sus favoritos en Valladolid es el restaurante Paco Espinosa. Le gusta una mesa del rincón.«Le conozco desde hace tiempo», comenta Paco y sigue: «Tengo 62 años, y tu eres más joven que yo». «Me gustaba cuando corría... era gregario de Rupérez, era cuando salieron Pino, Chozas... y ya de director llevó a Cubino, Anselmo Fuertes, Igor González Galdeano...». «Aquí es más de picoteo. Le gusta todo, las rabas, gambas, pulpo... es de lo más agradecido», afirma Espinosa y le recuerda: «¡ya ibas por el otro bar!».Porque Paco Espinosa comenzó a trabajar en la hostelería en el bar de sus padres. Allí es donde aprendió a aliñar las sardinas que le han dado fama local:crudas, con cebolla y aceite de oliva virgen extra «que es el secreto de las sardinas», añade. Hace 12 años que ‘navegan’ por la barra y las mesas del comedor del nuevo restaurante, un espacio marcado en lugar destacado para aquellos a los que les gustan de los productos del mar acompañados por buena bodega.En este sentido, López Cerrón confiesa preferir sardinas, rabas, gambas a la plancha, nécoras y pescado o carne si se sienta en la sala. Para otro tipo de tapas o de comidas, frecuenta la brasería El Molino Rojo. «Para picoteo... los torreznos, boquerones fritos,... las cosas a la brasa». Y, cambiando de estilo, Dámaso, en Puente Duero, «por la originalidad de la cocina en función del mercado»; cerca de allí, Llantén, en El Pinar; y La Botica de Matapozuelos, el restaurante con estrella Michelin del que destaca la calidad del lechazo asado. Y, hablando de lechazo, en la capital, El Figón de Recoletos o La Pedriza. «Si viene gente de fuera les suelo llevar también por el centro, a La Criolla, Villa Paramesa, Vinotinto, Don Bacalao..., hay tantos sitios en Valladolid... somos unos privilegiados, sombre todo en cuanto a comida. Hemos vendido muy bien la tapa y el pincho de aquí», señala.Por eso, desde la Presidencia de la Federación no tiene que ejercer de vallisoletano. «Tenemos suerte de que lo de aquí se conoce mucho y son los demás los que ‘agasajan’, te sacan vinos de aquí y a la hora de comer te ponen lo típico de donde sea y te dicen ‘como no tenemos el lechazo de allí...’». «Es una satisfacción ver que las cosas de tu tierra son conocidas y el vino y el lechazo es lo que más se asocia a Valladolid», incide y añade: «en todos los sitios se come bien, pero como en España no se come en ningún sitio». No se cansaría de comer lechazo asado, verduras a la plancha y arroz «de cualquier forma». Y para acompañar: «blanco verdejo, ‘clarete’ y tintos como Arzuaga, Protos, Mauro, Abadía Retuerta...».Muestra cierto optimismo ante su posible reelección. «Hemos conseguido que la Federación cumpla el Plan de Viabilidad que se trazó y se ha reducido la deuda que tenía de 3,6 millones de euros. Han sido cuatro años duros. Llegué con la crisis económica y el Consejo Superior de Deportes cortó las subvenciones. Teníamos 3,6 millones de deuda y un presupuesto de 3,5 millones».Pero más duro fue su inicio en el ciclismo profesional. Comenzó a hacer kilómetros con 14 años, subido al sillín de la bicicleta que le dejaba el dueño del taller que había debajo de su casa, Garaje Álvarez, en la calle Velardes. Iba con un grupo de chicos que le animaron a sacarse la licencia. Se la pagó con el dinero que obtenía por hacer trabajos esporádicos de reparto de galletas, del Libertad... Y así anduvo, corriendo con el grupo de amigos, compatibilizando bici con bachillerato (en La Salle) y, después, estudios de Maestro Industrial Ajustador (ese es su título). Porque «iba para Renault». Allí trabajaba también su padre.Recuerda cómo durante un año estuvo trabajando también en una empresa del polígono y entrenaba cuando podía: «iba a trabajar de siete a tres, de cuatro a diez iba a estudiar y entrenaba yendo en bici a trabajar, en la media hora del bocadillo y en las horas que tenía libres, por la Huerta del Rey».El punto de inflexión llegó en 1977: le llaman a la selección para el Campeonato Mundial Amateur de Venezuela. Tras la ‘mili’, Javier Mínguez le ofrece participar en el equipo profesional que había montado. Corría el 1979 y anduvo sobre la bicicleta hasta 1984.En el 85 el Zor BH, que corría Vuelta y Giro, decide participar en el Tour y amplia la plantilla de corredores y directores. Ahí comienza una nueva etapa con Zor, Seguros Amaya, Banesto y Vitalicio Seguros hasta el año 2000. Un periodo en el que fue director de Induráin y Delgado, entre otros. En ese año Cadalsa se encarga de organizar la Vuelta a Castilla yLeón y le encargan la organización deportiva. Así hasta 2012, año en que gana las elecciones a la Presidencia de la Federación tras un intento fallido en 2008.Sus favoritos
Paco Espinosa. Paseo Obregón, 16. 47009 Valladolid.T.:983 330 988El Molino Rojo. C/ Gabilondo, 15. 47007 Valladolid. T. 983 231 946Llantén. C/ de la Encina, 11 (El Pinar). 47153 ValladolidT. 983 244 22 7Dámaso. C/ Real, 14 (Puente Duero). 47152 Valladolid. T. 983 405 372La Botica de Matapozuelos. Pl. Mayor, 2. 47230 Matapozuelos (Valladolid)T. 983 832 942El Figón de Recoletos. Acera de Recoletos, 3. 47004 Valladolid. T. 983 396 043