La huella de Abundio Balbás

Apenas unas pocas bodegas, quitando las cooperativas, solo cinco de corte familiar, pueden presumir de haber sido las fundadoras de una revolución económica, agraria, social y enológica que hoy se conoce en el mercado como la Denominación de Origen Ribera del Duero. Juanjo Balbás sabe muy bien la importancia que tiene esta acreditación de raíces ribereñas. Empezó muy joven con su padre, Víctor Balbás, un viticultor de La Horra, hijo de botero. Pero además, Juan José Balbás de alguna forma también forma parte del fenómeno Ribera. Durante un tiempo fue el presidente del Consejo Regulador.

Juanjo es tataranieto de Abundio, uno de aquellos viticultores que mantuvieron hace dos siglos la vitivinicultura en La Horra. Mucho antes de que nacieran las cooperativas. Los Balbás han formado parte de la historia del vino de los dos últimos siglos, incluido el nacimiento del movimiento cooperativo en la viticultura local.

Pero lo más importante es que hoy traslada a su hija Patricia el gen del Duero en la gestión de una bodega que cubre todas las expectativas que pide el momento actual. Un edificio que reparte con inteligencia las fases de recepción, embotellado, dormitorio, elaboración, fermentación y crianza. Salas y estancias para ser visitadas por numerosos profesionales, personajes, prescriptores y clientes. Y un concepto claro del tiempo que se traslada a todo lo que nos rodea. Si bien en la añada de 1.777 Abundio Balbás estampó la primera firma de la familia en el vino ribereño, Juanjo prepara en la añada de 2020 la salida de un vino que será todo un homenaje a su ascendencia botera.

Hoy, los vinos de Balbás se han ganado su lugar entre las etiquetas más representativas de la Denominación de Origen. Así, la línea de los tintos Balbás cubre todas las categorías, desde barrica a gran reserva y la gama incluye un rosado de corte moderno, un verdejo con DO Rueda y próximamente una selección de albillo real de la Ribera. Los tintos de Balbás se caracterizan por mantener en un altísimo porcentaje la variedad tempranillo que, salvo nuevas plantaciones, se obtiene de viñas de más de treinta o cuarenta años y de viejos vasos selectivos de mayor edad, destinados a los dos vinos top: Ritus y Alitus. Pero algunos de sus vinos cuentan además con pequeños porcentajes de cabernet sauvignon y de merlot, cuyos matices marcan el diferencial sensorial de los vinos. Todos los vinos de Balbás tienen un estrecho contacto con el roble. Un parque de cerca de cerca de 2.000 barricas de roble americano y francés con una media de edad de tres años permite los envejecimientos en los distintos tipos de vino.

Juanjo ha logrado su sueño: crear una bodega moderna en su propio pueblo, que le permite elaborar la uva procedente de sus viñas. Actualmente cuenta con alrededor de 170 hectáreas de viñedo, de ellas el 70% en producción y con medias de edad de más de cuarenta años. Al margen de los viejos vasos de parajes históricos como el de Valera y majuelos como los de Torrosillo, La Calleja o La Nava, entre otros. De uno de estos pagos, La Malata, nace la uva con la que se elabora el Ritus, una marca cuyo vino obtiene muy buenas puntuaciones y aceptación de los prescriptores. Unido al Alitus, cierra una gama alta de vinos que hoy llega al mercado de los vinos de calidad.

La bodega produce al año una media de 850.000 botellas, de las que el 65% se destina a la importación. Su director técnico es el enólogo segoviano Pedro de la Fuente, un técnico de la casa y de la familia, pues empezó a trabajar con Víctor, el padre de Juanjo, en la bodega tradicional situada en el barrio de bodegas de La Horra.

Bodegas Balbás es, sin duda, una de esas bodegas que no tiene que hacer muchos esfuerzos para demostrar que en sus vinos está la savia del Duero, avalada por un criterio enológico moderno.

DIRECCIÓN: Camino de la Majada, s/n. La Horra (Burgos)

TELÉFONO: 947 542 111

WEB. www.balbas.es