GASTRONOMÍA
La comanda de Villangómez
Hasta la cocina
Esta es la historia de dos jóvenes cocineros burgaleses que, en su mejor momento, decidieron abrir cocina en el medio rural. Ella es Laura Ausín. Se formó en la vizcaína Escuela de Hostelería de Leioa. Pasó por restaurantes vascos antes de defender las comandas como la de Ojeda y La Merced, en Burgos. Carlos Alfaro se formó en la Escuela de Hostelería de Segovia. Atesora un buen currículum de trabajo en restaurantes de España, Escocia, Irlanda o Dinamarca y remató en El 24 de la Paloma en Burgos.Hasta aquí, el perfil de muchos jóvenes cocineros de esta región, cuya cualificación, formación y conocimiento de las técnicas a veces quedan eclipsados por el excesivo brillo de algunos empresarios. Pero Carlos y Laura acaban de abrir de par en par las puertas de su taller y nos invitan a pasar “hasta la cocina” en el pueblo de Laura, Villangómez. Y aquí empieza esta historia de gastronomía comprometida con el medio rural, pues desde su cocina se elaboran platos para los pedidos que a diario se distribuyen por todo el entorno.Sin duda, Carlos y Laura saben que es el principio o el germen de una mayor actividad gastronómica, pues reconocen que Villangómez es, sin discusión, la capital del pollo en la región. En su término municipal se concentra un importante número de granjas avícolas y es tanta su significación que el festival de folk Pollogómez ha alcanzado una enorme popularidad en los últimos años. Hasta la Cocina ha empezado muy bien, saliendo fuera, ojalá que pronto su comanda de arroces, pastas, guisos, asados, escabeches, verduras, empanadas, ensaladas y todas las carnes derivadas del pollo, incluidas las internacionales alitas, estén sobre una mesa en Villangómez.El periodo de pandemia ha obligado a acentuar la venta de platos online. Espero que cuando esto acabe y la hostelería respire, a esta localidad burgalesa lleguen los reconocimientos para Carlos y Laura. Más merecido, imposible. Por ahora, sus comensales se reparten por el entorno de este municipio situado a 15 kilómetros de la capital y reciben en su casa la comanda de Villangómez.