Cacicada en la Denominación de Origen Rueda
Tras un largo proceso de año y medio de litigios judiciales, amenazas veladas y medias verdades, por fin se consiguió la dimisión de los miembros del Consejo de la D.O. Rueda.
En primer lugar quisiera reconocer la valentía y el buen hacer del anterior presidente del Consejo, Pablo Villar, que fue capaz de afrontar los problemas que esta D.O. Rueda tenía en algunos aspectos y, además, contando con una abrumadora mayoría de los miembros del Consejo para intentar llevar a buen término todas aquellas cuestiones que dichos miembros consideraban imprescindibles de afrontar y resolver y, sin embargo, un defecto en el procedimiento de resolución de alguno de estos temas le ha costado el cargo y muchos quebraderos de cabeza, y todo, porque tenía enfrente a alguna gran bodega que pensaba que la D.O. Rueda era su cortijo particular y ya es triste que en todo momento la Consejería de Agricultura siempre ha estado a favor de esa parte.El cambio del titular y equipo de la Consejería no ha servido de nada porque en ningún momento se quiso escuchar a la mayoría del Consejo, la posición estaba claramente tomada a favor de una de las partes que eran la minoría, y reconociendo que el anterior presidente y los miembros que le apoyaban podían haberse equivocado en la forma de hacerlo, en el fondo era lo correcto, pero claro, no era del gusto de «algunos poderosos».
También quiero resaltar el coraje de los miembros del Consejo que han aguantado las presiones y el chantaje que en algunos momentos han tenido que soportar, sufriendo amenazas de que serían suspendidos, cuando de sobra sabían que eso no era posible y, al final, han sido los miembros del Consejo los que han presentado la renuncia, por el bien de la Denominación y a fin de que ésta pudiera mantener su normal funcionamiento.En segundo lugar me gustaría resaltar el tratamiento que se ha hecho con las cooperativas a la hora de realizar los nuevos estratos, y que es tan flagrante que se puede ver la clara intencionalidad de que las cooperativas no estén representadas en el nuevo Consejo y, además, esto tenga como consecuencia un claro peso en favor de las grandes bodegas y en contra de los viticultores. La Denominación de Origen con más producción de toda la Comunidad de Castilla y León, con más crecimiento y en continua expansión se quiere olvidar de los grandes artífices de ésta que, no nos olvidemos, son los viticultores y las pequeñas bodegas que han sido el alma mater de la Denominación durante muchos años y que, además, son los que fijan población en el medio rural, un aspecto al que tanta importancia da la Junta de Castilla y León.No quisiera terminar este artículo sin desear a los miembros del nuevo Consejo de la D.O. Rueda mucha suerte y, además, conminarles a que trabajen por el buen funcionamiento de este órgano y a que piensen que aunque quizás el nuevo Consejo esté dominado por la bodegas, sin buenos viticultores es difícil sacar adelante una denominación con tanta importancia, y quiero confiar en el buen hacer de todos los que salgan elegidos y en que sólo les guíe el bien común de la D.O. Rueda y si es así, que no tengo por qué dudarlo, redundará en el beneficio de todos los que componen esta Denominación.Jesús Manuel González Palacín es coordinador UCCL en Castilla y León