Proyecto Cartif Agricultura
El purín porcino, un fertilizante ‘sostenible’
Los ensayos confirman un aumento de los rendimientos agrarios frente a abonos comerciales
Tras tres años de un intenso trabajo, los resultados no pueden ser más satisfactorios. El proyecto europeo ‘MIX Fertilizer’ ha demostrado con «éxito» un nuevo sistema para valorizar el digestato de purín porcino generado actualmente en las plantas de biogás. De esta forma, como explica Raquel López, investigadora de Cartif y responsable del proyecto Life, se ha obtenido un nuevo fertilizante que no existía en el mercado, con una doble naturaleza orgánico-mineral. Una vez evaluado en campo con cebada tardía, los técnicos corroboran que se ha cuantificado «un 10% de aumento de los rendimientos agrarios frente a los abonos comerciales».López afirma que en la nueva campaña 2016-2017 se realizarán pruebas con nuevos cereales de ciclo largo, gracias a la ayuda de agricultores colaboradores a los que «se sumistra sin coste la cantidad de fertilizante necesaria». De cara a la comercialización, desde el Centro Tecnológico se asegura que actualmente se está evaluando el coste de producción industrial de los nuevos productos, por lo que aún «no es posible dar una fecha de salida al mercado».Este proyecto puede ser revolucionario ya que no se debe olvidar que en España se generan anualmente 50 millones de metros cúbicos de purines, 7,1 millones en Castilla y León. Residuos a los que en zonas con una alta carga ganadera es muy difícil dar salida. En este sentido, la investigadora de Cartif insiste en que el sistema ensayado aporta beneficios a todos los sectores implicados en la cadena de valor:agricultores, fabricantes de fertilizantes, ganaderos y gestores de plantas de biogás, que, según sus palabras, «pueden encontrar en este proyecto una alternativa de negocio para valorizar el digestato que obtienen actualmente».El sistema ensayado consiste en cinco etapas independientes de tratamiento. El digestato bruto se separa en dos fracciones sólida y líquida. La fracción sólida se composta mientras, en paralelo, la líquida se trata en una planta de stripping para extraer el nitrógeno como sulfato amónico. La cuarta etapa del proceso, según Raquel López, se centra en la fabricación de los fertilizantes mezclando el compost y el sulfato amónico, a los que se ha añadido un inhibidor que modula la velocidad a la que se libera el nitrógeno. La quinta y última etapa en campo ha validado finalmente el ensayo.Estos nuevos fertilizantes ofrecen varias ventajas al agricultor. Por un lado, mejoran la calidad general de los suelos ya que «aportan materia orgánica y mejoran su capacidad de retener agua, la aireación o la actividad microbiana», al tiempo que presentan beneficios ambientales. Y es que con la liberación gradual, como destacan desde Cartif, el agricultor solo necesita una aplicación, «a diferencia de los abonos tradicionales que necesitan una posterior de un abono de cobertera». Un elemento que hay que tener en cuenta ya que supone un importante ahorro económico. Por otra parte, se reducen las pérdidas de nitrógeno por lixiviación (contaminación de acuíferos) o emisiones de óxido nitroso, un gas de efecto invernadero.La investigadora de Cartif anuncia que la intención es «extender estas pruebas a otro tipo de cultivos, regiones y climas, además de incorporar criterios de agricultura de precisión, seguimiento por drones, predicción de plagas, etc».
Este proyecto, que pone en valor el purín formulando nuevos fertilizantes, se ha probado en campo, gracias a la ayuda de AsajaSoria, uno de los socios colaboradores junto a Purines Almazán, y Servimed Almazán. El gerente de la organización agraria, Juan Francisco Barcones, confirma que los ensayos se han llevado a cabo en parcelas de experimentación en las que Asaja lleva trabajando ya 17 años. También se ha pedido la colaboración de veinte agricultores de la provincia para complementar los datos del estudio que acaba de concluir.Desde Asaja se reafirman en que el nuevo fertilizante «funciona bien agronómicamente». Y destacan sobre todo el aumento de rendimientos obtenido y la mejora de la fertilidad del suelo, que consideran «fundamental» para el sector. La investigadora de Cartif asegura en este caso que esta es una cualidad «interesante» para los suelos de Castilla y León, «donde el uso prolongado de abonos exclusivamente minerales ha empobrecido las tierras». Por otro lado, apunta que el ph de los nuevos fertilizantes es «ligeramente ácido», lo que también es «beneficioso para suelos básicos, como los habituales en la Comunidad».Desde Asaja Soria se destaca la importancia de este proyecto enmarcado en los Life de la Unión Europea, aunque creen necesario «un mayor conocimiento». Su gerente aboga por experimentar más para «adaptar la estrategia de liberalización a los cultivos». Y es que el nuevo fertilizante se ha probado solo esta campaña, marcada por un carácter atípico en cuanto a la climatología se refiere. Algo que ya confirman desde Cartif, la continuidad esta campaña con ciclos más largos.
Desde el punto de vista agronómico no ha habido problemas. Los ensayos se realizaron en tres parcelas diferentes y con tres repeticiones, en secano y regadío, con una buena adaptación por parte de los agricultores.