El nogal como alternativa en Tierra de Campos

Acaba de finalizar la cosecha en Villagarcía de Campos, y ahora las labores se centran en el procesado de la nuez, como explica Miguel Ángel Gutiérrez, productor de nueces vallisoletano y propietario de Valnut, la marca con la que este producto sale al mercado.El proyecto se fraguó en 2003, cuando este emprendedor comenzó a informarse sobre el cultivo del nogal y, especialmente, sobre la posibilidad de que éste fuera «viable» en una zona cerealista como Tierra de Campos. El objetivo era buscar una alternativa «rentable» que pudiera sustituir a los cultivos tradicionales. Y así lo hicieron. Su plantación intensiva fue pionera en Castilla y León. Las 17 hectáreas de plantación de nogales con la que comenzaron se han ido ampliando hasta llegar a las 37 que gestionan actualmente, en el Pago de las Navas. Un recorrido que el propietario de Valnut reconoce «ha supuesto un mayor esfuerzo del que pensó inicialmente».Miguel Ángel advierte que el nogal tiene «ciertos riesgos». Una afirmación que vincula a la dificultad de conseguir cosecha todos los años. Es el principal obstáculo, y ahí reside también la rentabilidad.

Agronómicamente, sitúa las heladas tardías como el principal ‘handicap’ para el nogal en esta zona. De hecho, Valnut cuenta con un sistema antiheladas para contrarrestar sus efectos en los árboles y en su desarrollo vegetativo. Este año ha habido varias heladas a lo largo de la campaña, aunque, como indican desde la empresa, «no han afectado gravemente al cultivo».El nogal puede tener nueces desde el segundo año de su plantación, aunque el reto es obtener un árbol de cierto tamaño y madurez. En este sentido, es bueno saber, según este produtor vallisoletano, que, de forma general, los nogales de este entorno empiezan a producir «dos años más tarde de lo que es habitual». De esta forma, deberían producir el quinto añó y «ser rentable» en el séptimo, a tenor de la experiencia en la provincia vallisoletana.En Villagarcía de Campos los inviernos son duros y las heladas extremas, circunstancias, junto a las temperaturas diurnas y nocturnas del verano, que conforman, por otra parte, una nuez «especial» que se diferencia de otras presentes en el mercado gracias a su «intenso sabor», en palabras de los productores.La cosecha de este año ha llegado con retraso respecto a lo que es tradicional, al igual que ha ocurrido con otros cultivos. Los resultados han sido satisfactorios, según Gutiérrez, que habla de una cosecha de «buen calibre» y «normal» en cantidad. Las 22 hectáreas que ya están en plena producción ofrecen unas tres toneladas por hectárea al año, una cantidad que se rebaja al millón de toneladas en las quince hectáreas restantes.Desde Valnut han ido mejorando el manejo del cultivo en todos estos años, haciendo que «llegue a producir fruto». Un trabajo que ha supuesto un gran esfuerzo en campo, como reconoce Miguel Ángel, que es hijo de agricultor y que presenta con orgullo esta vinculación a la tierra. «Lo he mamado, y eso es lo importante», subraya.Para este empresario y productor, la rentabilidad de las nueces «está en la comercialización», que le permite controlar los tiempos y «no estar en manos del que compra». Valnut produce, procesa y comercializa las nueces, cerrando un ciclo que busca presentar en el mercado un producto de calidad.Aunque la mayor parte de la producción se destina al consumo interior, la empresa está empezando a hacer negocio en la Unión Europea, en concreto con Italia. Valnut comercializa un envase estandarizado de 10 kilos de nueces y otro formato delicatessen en bolsas de 750 gramos. Las nueces de Villagarcía de Campos son, en palabras de Miguel Ángel, «distintas». Destacan porque son fáciles de partir y, este año, de un «intenso» y dulce sabor.