Una fertilización «innovadora»

La fertilización es un elemento clave en términos de productividad. El estado físico en el que se presentan los abonos va a influir en la integración de los nutrientes en el suelo. El sector busca incrementar los rendimientos agrarios, a través de un menor coste. Una estrategia en la que tiene cabida la fertilización líquida, una de las propuestas más utilizadas por los profesionales de la agricultura, junto a los fertilizantes sólidos.El fertilizante líquido es el «único que se puede elaborar con un 100% de solubilidad al agua», lo que presenta una gran innovación ya que permite elaborar «muchas más fórmulas que las que existen en fertilización sólida». Así lo detalla Mercedes Morchón, de Fertifluid Fertilizantes SL, que destaca varias ventajas para el agricultor frente a los abonos convencionales. Entre ellos, que sea un producto de «total asimilibilidad» por parte de la planta, y que se pueda aplicar en cualquier momento del cultivo. Si la aplicación es con máquina convencional de fitosanitarios, el reparto del producto es «totalmente homogéneo». En el caso de la fertirrigación, se abre la posibilidad a que, con menos cantidad utilizada, este reparto se haga a lo largo de todo el ciclo. Como ocurre en el caso del maíz.Así, Morchón señala que la «principal» ventaja, «además de la solubilidad», radica en que, al ser un cultivo de riego, la aplicación del nitrogenado a través de fertirrigación, se puede hacer «de varias veces en el ciclo». «Tendrá menos lavado y volatilización que aplicándolo de una vez (fertilización con sólido), y la planta tendrá en la época de mayor consumo de nitrógeno, el nutriente a su disposición.En este caso, según Fertifluid, se logra que la cantidad de producto utilizado sea «menor» que en la fertilización convencional, se evita una aplicación de maquinaria y que el maíz sea «más productivo». Elementos todos ellos que permiten al profesional «ahorrar dinero».+

Fertifluid SL se dedica exclusivamente a la fabricación y comercialización de fertilizante líquido. Es la primera fábrica en Castilla y León que comenzó a operar en el año 2010. Destacan como hecho «diferencial» que sus fórmulas contienen la molécula PHC, un ácido polihidrocarboxílico que actúa como un aminoácido, haciendo que las unidades a las que acompaña sean «más solubles y asimilables».