El Correo de Burgos

GANADERÍA

Semen de ovino para Estados Unidos

El Centro de Selección y Mejora Genética de Ovino y Caprino de Castilla y León, Ovigen, enviará 10.000 dosis en el primer trimestre de 2017 / La demanda es creciente, actualmente se exploran nuevos mercados en los países árabes

Imagen área del Centro de Selección y Mejora Genética de Ovino y Caprino de Castilla y León en  Toro (Zamora).-E.M.

Imagen área del Centro de Selección y Mejora Genética de Ovino y Caprino de Castilla y León en Toro (Zamora).-E.M.

Publicado por
MARISOL CALLEJA
Burgos

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Uno de los objetivos de todas las asociaciones de criadores es la mejora de las producciones de sus animales. Una estrategia vinculada directamente a los programas de mejora genética que se vienen desarrollando en los últimos años en las explotaciones ganaderas, y que han favorecido el avance genético actual.Castilla y León es una potencia mundial a la que se demanda genética desde medio mundo, aunque de nuevo la principal barrera sigue siendo la sanitaria. Con un censo de ovino de algo más de tres millones de cabezas distribuidas en unas diez mil explotaciones, la Comunidad es la principal productora de leche de oveja, con el 67% de la producción nacional y la primera en producción de quesos del país.Los programas de investigación avanzan, y con ellos las producciones y la rentabilidad de las granjas. Circunstancia en la que tiene mucho que ver el trabajo realizado desde el Centro de Selección y Mejora Genética de Ovino y Caprino de Castilla y León, Ovigen, ubicado en Toro (Zamora), y que gestionan seis asociaciones de ovino y caprino: (Assaf, Castellana, Churra, Lacaune, Ojalada y Murciano-granadina). Todas ellas muy conscientes de la importancia que tiene la inseminación artificial para la difusión de la mejora genética.Ovigen cerrará el 2016 con más de 50.000 dosis de semen de ovino y caprino comercializadas, como señala su gerente, Fernando Freire. Unas cifras que confirman una tendencia al alza en los últimos tres años, pasando de las cerca de 37.000 registradas en 2013 hasta los datos actuales. De ellas, como viene siendo habitual, el 60% corresponden a la raza Assaf, una de las razas ovinas de mayor producción de leche, con lactaciones prolongadas, y buena adaptación al ordeño mecánico. Es una de las más demandas desde el exterior. No hay que olvidar que Castilla y León cuenta con el mayor censo mundial de esta raza, con unas 800.000 cabezas.ExportaciónOvigen explora nuevos mercados. El centro acaba de cerrar un contrato para exportar semen de ovino a Estados Unidos, país al que enviarán en el primer trimestre 2017 un total de 10.000 dosis. Un acuerdo en el que ha tenido mucho que ver el Ministerio de Agricultura que ha colaborado en el convenio sanitario. El problema, según Ovigen, es que el contrato alcanzado es muy específico, es decir, hay que elaborar dosis «a medida», cumpliendo los parámetros exigidos respecto al control de los animales y en laboratorio. Es habitual en este caso, como destaca Freire, que cada país ponga sus «barreras».El cambio en la Casa Blanca y la llegada del republicano Donald Trump no afectará a este proyecto, aunque la intención del centro de selección y mejora genética es comenzar a trabajar en la elaboración de las dosis cuanto antes. Freire valora la importancia de este contrato a nivel económico. Asegura que los americanos están demandando genética de «alto nivel» para desarrollar un gran proyecto de ovino lechero en su país, en concreto en Wisconsin. A EEUU llegarán dosis de la raza Assaf y, posiblemente también, de la raza caprina murciano-granadina, muy demandada en todo el mundo por la calidad de la leche.Hay demanda de semen también de Irán, un país del que se está ahora pendiente. Un nuevo mercado, el de los países árabes, que Ovigen va a explorar en 2017. «Un mercado natural para nosotros». El reto el próximo año será precisamente llegar a estas zonas explorando el «interés real». «Quieren Assaf y en ello se trabaja en estos momentos», afirman.Respecto a la exportación de animales vivos, el acuerdo sanitario con Rusia está cerrado ya, así que Ovigen tiene previsto enviar también el próximo año a ese país 350 animales. El gerente de Ovigen insiste, en este sentido, en que «hay mucha demanda» de América «en general», aunque la entrada de animales allí no está autorizada. En los últimos cinco años Ovigen ha realizado envíos a Grecia, Italia, Bulgaria, Rumanía, Moldavia, Reino Unido y Chipre, tanto de caprino murciana como de Assaf.En cuanto a las dosis exportadas, los destinos desde el año 2008 han sido México, Perú, Portugal, Francia, Grecia, Italia, y el nuevo mercado de EEUU que se abre ahora, aunque el volumen principal está en el mercado interior.La potencialidad del ovino y caprino español es incontestable, aun así el sector echa en falta más apoyo a estas razas. Una ayuda que ahora, dicen es «reducida». Freire demanda en este caso «promoción» para la «imagen y marca genética española», algo que consideran fundamental actualmente.Proyecto genómicoOvigen participa en varios proyectos de investigación. Uno de ellos es la selección genómica en ovino lechero que se considera una auténtica «revolución», aunque se trabaja poco a poco. Un programa ya consolidado en el vacuno lechero, pero que se encuentra todavía en una fase muy incipiente en el caso del ovino español.Freire recuerda que el primer impulso a este proyecto llegó por parte de la Consejería de Agricultura de la Junta que puso los primeros 50.000 euros. El programa, que financia el Ministerio y los propios ganaderos, tiene un presupuesto total de 360.000 euros, y cuenta con la participación de uno de los mayores expertos en genómica, el profesor de la Universidad de León, Juan José Arranz.El proyecto consiste en elaborar unos chips de ADN, que ya se han fabricado, para genotipar un número de animales. Para ello se ha establecido una población de referencia. Los expertos están actualmente en la fase del genotipado y, según Ovigen, podría haber sementales valorados genéticamente en uno o dos años.VentajasLa ventaja de una mejora genética convencional a la genómica reside, según el profesor Arranz, en que «el tiempo de valoración de los machos jóvenes se reducirá». A diferencia de lo que ocurre en el vacuno de leche, con grupos más homogéneos, en el ovino la población es menor y, además, con diferentes características, lo que complica esta investigación.El sector deposita mucha confianza en este proyecto de selección genómica en el que llevan trabajando ya dos años. Un proyecto que les está exigiendo también un gran esfuerzo económico. Precisamente, en un momento difícil, con una bajada de precios de la leche y con productores que trabajan al límite de la rentabilidad. Algo que no ha impedido que los ganaderos contribuyan con su dinero, convencidos de la necesidad de apostar por la mejora genética.Entre los servicios que ofrece Ovigen se encuentra la elaboración de dosis seminales refrigeradas y congeladas de ovino y caprino; comercialización; obtención y congelación de embriones; servicio de inseminación; banco de germoplasma; además de distintas actividades formativas. 

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