INNOVACIÓN
Suelos a la carta sostenibles
El proyecto Sustratec, liderado por la empresa Valora y en el que participa Cartif, pretende poner en el mercado tecnosuelos con un carácter autofertilizante, restaurador y captador de contaminantes atmosféricos
Uno de los problemas más importantes a los que se enfrenta la agricultura hoy en día es, sin lugar a dudas, la pérdida de materia orgánica en el suelo. Suplir esta grave carencia es uno de los retos actuales, junto a la mejora de la productividad del sector agrario.El proyecto Sustratec, liderado por la empresa Valora, con la participación del centro tecnológico Cartif y Tecnosolos Galaicos, pretende desarrollar precisamente nuevos tecnosuelos, es decir, suelos artificiales, que presentan varios componentes innovadores.Como principal novedad, estos sustratos tecnológicos tienen una capacidad auto-fertilizante, así como de captación de contaminantes atmosféricos. Se trata, como explica Rául Sánchez, investigador de Cartif, de crear «suelos a la carta» y enmendar los suelos agrícolas atendiendo a las diferentes problemáticas.Los denominados tecnosuleos se van a obtener mediante la valorización de los lodos procedentes de las estaciones depuradoras. Estos suelos se van a complementar con otras materias primas como las espumas de azucarera, cáscara de mejillón (que se va a emplear para elaborar uno de los tecnosuelos en Galicia), residuos de café, o de poda, además de otros aditivos.De esta forma, se valoriza los residuos de la industria, principalmente, para el desarrollo de productos novedosos para su aplicación como enmiendas en suelos, en el caso agrícola, y así enriquecerlos.Actualmente hay una gran pérdida de materia orgánica y de calidad del suelo que necesita ser recuperada, según el sector.El empleo de tecnosuelos para reducir la contaminación atmosférica es, según recoge este proyecto, financiado por el Feder y cuyos trabajos se prolongarán hasta diciembre de 2018, «una solución natural a un mal artificial».Uno de los principales elementos innovadores, como destaca Paloma González, investigadora de Cartif, reside en la inclusión de bacterias encapsuladas en los tecnosuelos que se van a desarrolar, y que ejercen efectos beneficiosos en el terreno, mejorando la fertilidad debido a su capacidad para fijar nitrógeno. Además, los suelos artificiales fijan contaminantes atmosféricos y contribuyen a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera.El proyecto está todavía en una fase muy inicial, como apuntan desde Cartif. Los trabajos han comenzado hace apenas tres meses, y los investigadores están trabajando en las mezclas con las diferentes materias primas.Los ensayos van a realizarse en dos puntos geográficoos: la localidad de Dueñas, en Palencia, y el Puerto de Santa María, en Cádiz.El objetivo es «extender» estos tecnosuelos en seis micro parcelas ya asignadas en los municipios citados anteriormente y comprobar la evolución de dos tipos de suelos muy diferentes: uno con un carácter ácido al norte y otro con problemas de salinidad en el sur. Serán en total 3.650 metros cuadrados de ensayos en estas dos zonas en las que se incorporarán en las próximas semanas las bacterias encapsuladas que otorgan la capacidad autofertilizante al suelo. Esta innovación supone además un ahorro de insumos agrícola y una mayor optimización para el agricultor.De forma simultánea, en las instalaciones de Cartif se van a realizar en los próximos dos años pruebas en laboratorio para comprobar los efectos de estos tecnosuelos.Desde Cartif se iniste en la importancia de esta investigación de cara a un futuro en el que, afirman, se habla de una agricultura «próxima a las ciudades» o ‘Urban farming’. Los nuevos tecnosuelos ofrecen una doble función: son auto-fertilizantes y además captan los contaminantes atmosféricos.El objetivo final del proyecto será poner en el mercado cuatro tipos de tecnosuelos con un caracter «enmendante, autofertilizante, restaurador y captador de óxidos de Nitrógeno. La forma en la que llegará al agricultor dependrá de la demanda del consumidor, aunque el proyecto contempla la venta a granel y en sacos, como un producto « a mayores» del que ya ofrecen las empresas de suelos, y con las caracaterísticas de mejora del suelo y de luicha contra la contaminación mencionada.Se trata de buscar un equilibrio entre «lo natural-sostenible, y lo artificial-insostenible, lo que concede a este proyeco un carácter innovador.