GANADERÍA
‘Expedición’ caprina a Irán
Emilio Carranco, ganadero de El Tiemblo y presidente de la Asociación Española de Criadores de la Cabra Murciano-Granadina, participará en el mes de abril en un nuevo envío, vía aérea, de dos mil animales de esta raza al país de Oriente Medio
La Asociación Española de Criadores de la Cabra Murciano-Granadina, Acrimur, ha abierto el mercado de Irán. Un mercado en crecimiento al que parece adaptarse a la perfección las condiciones de esta raza autóctona de fomento que está distribuida por toda la península, gracias a su alto grado de adaptación. Acrimur exportó el pasado mes de octubre 1.000 cabezas de ganado a este país de Oriente Medio, en el marco del convenio de colaboración con la empresa Treseus, especializada en la gestión de proyectos y desarrollo de negocio en ese territorio.Los resultados han sido «positivos», como explica el presidente de la Asociación de Criadores y ganadero abulense, Emilio Carranco, por lo que la colaboración va a continuar este 2017. Acrimur ha cerrado ya un nuevo envío, esta vez de 2.000 animales a mediados del mes de abril, en el mismo formato, es decir, vía aérea. Será, por tanto, la mayor exportación de cabezas de especie caprina que se conoce en los últimos años, en avión, tras la realizada a finales del pasado año. Acrimur lleva varios años exportando fundamentalmente a Europa, a países como Grecia, Italia o Portugal. Los trámites para entrar en Irán no han sido sencillos, ya que los protocolos sanitarios son exigentes.En estos momentos se trabaja en la apertura de nuevos mercados como Sudán, Tailandia o Vietnam, interesados en estos animales. Y es que, como destaca Carranco, en estos países «no cuentan con animales de producción láctea», como la murciano-granadina cuya leche destaca por su relación «cantidad-calidad», según los criadores.La demanda de animales vivos es importante. De hecho, se puede afirmar que en estos momentos «no hay suficiente ganado para atender el interés del exterior». Además, no todas las ganaderías pueden exportar. Actualmente, en España solo están autorizadas 16 explotaciones, de ellas, una está ubicada en la provincia de Ávila y corresponde al presidente de Acrimur y ganadero de El Tiemblo. El resto debe esperar para cumplir todas las exigencias sanitarias, como estar dentro del Programa de vigilancia, control y erradicación de la encefalopatía espongiforme o ‘scrapie’, que no todas las ganaderías cumplen.En Castilla y León hay actualmente otras cuatro explotaciones pendientes de cumplir este requisito indispensable para la exportación. En su caso deberán esperar unos años aún para certificar que la enfermedad no está presente en la ganadería.El censo de la raza caprina murciano-granadina es de cerca de 60.000 reproductores en España, de ellos más de 6.000 están en la Comunidad, siendo esta raza de fomento la especie de aptitud láctea más extendida en todo el territorio.Desde Acrimur están volcados en la exportación y, especialmente, en el mercado de Irán. Según su presidente,el objetivo es realizar este 2017 dos envíos, el que está previsto en abril y uno posterior a finales de año. La empresa estatal iraní con la que han llegado a un acuerdo tiene el compromiso de poner en marcha en aquel país una granja con 15.000 vacas y 10.000 cabras, que proporcionaría Acrimur. «Hemos apostado por esto», afirma.El negocio es rentable ya que el transporte aéreo corre a cargo de la empresa intermediaria. Los buenos resultados de la experiencia de octubre, han hecho que se incremente el número de animales hasta el doble en el próximo envío para abaratar costes y que se realicen, «si hay animales», dos exportaciones al año. Ese es el objetivo al menos. Desde la Asociación Española de Criadores de la Cabra Murciano-Granadina aseguran que ya están seleccionando al ganado que formará parte del próximo envío a Irán.Emilio aportará unos 160 animales de esta raza en la partida de abril, un número similar al enviado a finales de 2016. Se ha hecho un reparto proporcional, de forma que las explotaciones de Acrimur aportan a la exportación un número de cabezas en función de la capacidad de su granja.La operación será similar al anterior envío, es decir, los animales se recogerán en camiones en tres o cuatro rutas y se dirigirán hasta el aeropuerto de Barcelona. Allí los operarios les introducirán meticulosamente en cajas de madera ya preparadas, a modo de contenedores, en grupos de 35. No es necesario una preparación especial, tan solo, como apunta el presidente de Acrimur, el animal no debe comer ni beber doce horas antes, para evitar problemas digestivos en un viaje que dura unas seis horas. Una vez en el aeropuerto de Bandar, los animales se trasladan a su lugar de destino en Ciudad de Qaleh Gahj.Carranco reconoce que el traslado genera estrés a los animales, aunque deja claro que hay técnicos de la Asociación, de la empresa intermediaria y del país iraní que acompañan a la expedición para garantizar que «todo salga bien» y los animales estén en las mejores condiciones. De forma general, aseguran, los chivas que se envían, de entre cuatro y doce meses, pasan unos días comiendo poco y adaptándose a las nuevas circunstancias, «sin grandes problemas».Acrimur está realizando un seguimiento exhaustivo del ganado enviado a Irán. De hecho, la empresa iraní es socia de la Asociación, como si fuese una ganadería española. De esta forma, su ganado está «controlado y depende del Libro Genealógico». Acrimur les asesora y proporciona las inseminaciones. Fruto de estos contactos, ya ha habido varias visitas a este país, y habrá una nueva proximamente en febrero, coincidiendo con las parideras. Un viaje en el que tiene previsto participar su presidente. La intención de la Asociación es «darles instrucciones» para garantizar que el manejo está siendo el adecuado. La raza no ha tenido problemas para adaptarse al clima de Irán, ya que soporta tanto veranos muy cálidos y secos e inviernos muy fríos, con temperaturas bajo cero y heladas.Frió y hielo como el de la sierra abulense donde tiene su explotación el presidente de Acrimur. Emilio Carranco pertenece a una familia ganadera natural de Extremadura. Su padre era mayoral de una finca en esa comunidad. En su momento, emigró a Madrid y después marchó hasta Ávila.«Veraneaba en El Tiemblo, me gustó y dejé el asfalto por la sierra», explica orgulloso. Ahora cuenta con la mayor explotación de caprino de Castilla y León, ubicada en la provincia abulense.No son buenos tiempos para el caprino, aunque él prefiere ser «optimista». «La situación está mal», asegura. Así, lamenta la situación del sector lácteo en general, y del caprino en particular «arrastrado» por el vacuno de leche. Este ganadero de El Tiemblo denuncia una bajada de precios en el último años de un 30%. De cara al futuro, asegura que «prefiere intentar ver la luz a la salida del túnel», ya que, insiste, «no hay leche».En su caso no ha habido problemas con los contratos, ya que deja claro que tiene «toda la leche vendida», aunque es consciente de que hay gente que «lo está pasando mal», y que, incluso, «les han avisado de un día para otro que no les recogían la leche». Algo que, dice, nunca había pasado antes.En este contexto, se lamenta de la poca «fuerza» del sector caprino. Un sector que «no está unido», según su percepción, y al que le falta «profesionalización y tecnificación». Dos calificativos que vincula a un modelo de trabajo con un concepto «más empresarial».Emilio lamenta la situación del mercado y, también, de forma general, los problemas con algunas enfermedades que afectan al ganado. En este caso, hace alusión a la agalaxia o denominada ‘gota de las cabras’. No es mortal, pero afecta al rendimiento. Los animales pueden llegar a rendir un 40-50% menos a consecuencia de esta enfermedad, por eso el presidente de Acrimur pide a la administración «más apoyo para su control en las explotaciones».La Asociación sigue trabajando, por otra parte, en la mejora genética. De los 81 socios registrados en Acrimur, 40 forman parte del denominado grupo selecto que intenta mejorar la raza con distintas pruebas de inseminación con sementales elegidos en los centros de testaje.Tras Irán, la Asociación espera abrir nuevos mercados con Sudán, país con el que se está negociando el protocolo sanitario. Se está avanzando, aunque no se cree que las fronteras se abran todavía este año.Los cambiosCenso. La cabaña caprina española asciende a tres millones de animales, de ellos 144.000 están registrados en Castilla y León. Según la Asociación de Criadores de la Cabra Murciano-Granadina, Acrimur, solo un 8% corresponden a razas puras. Los datos del Magrama confirman un censo de 107.000 animales de raza murciano-granadina en el territorio española, y 203 ganaderías. De ellos, 11.000 están en Castilla y Leó, repartidos en 22 ganaderías.Características. La aptitud de la raza es claramente lechera, produciendo una leche con un elevado rendimiento quesero. Las producciones medias en animales de 2º parto en adelante son de 530 litros por lactación normalizada (210 días), las medias de grasa oscilan entre 5,6-5,8 % y las de proteína entre 3,6-3,8%.Las características más destacables de la raza son su fácil ordeñabilidad, su nula estacionalidad reproductiva, su rusticidad y amplia capacidad de pastoreo.Raza. Se trata de una raza con un claro biotipo lechero de capa negra o caoba uniforme (no se acepta ningún tipo de pelo blanco), el peso de los machos oscila entre 50 y 70 Kg y el de las hembras entre 40 y 55. Se adapta muy bien a cualquier clima.