SORIA
Mala campaña pero futuro prometedor
La sequía ha afectado a la producción, que podría rondar los 400 kilos, en torno a un 60% menos que la del año pasado
A pesar de que la campaña de la trufa en la provincia de Soria no ha sido muy buena, el futuro del cultivo es muy prometedor porque cada vez se suman más plantaciones y truficultores al sector. José Manuel Pérez, secretario de la Asociación de Truficultores de Soria, apunta que la sequía de julio y agosto se extendió hasta septiembre, ofreciendo pobres resultados como en el caso de la campaña micológica, y que «no ha sido un año bueno en general».A la hora de ofrecer resultados más precisos, aunque todavía no son definitivos hasta el cierre de campaña, el truficultor diferencia entre las trufas de campo, que se recolectan en cualquier punto de la provincia, y de plantación controlada, con fincas propias en las que se pueden instalar sistemas de riegos y ofrecer mayores cuidados a los árboles junto a los que crecen las trufas.La producción en conjunto se espera en torno a un 50 ó 60% menor que la del año pasado, que fue de 700 a 800 kilos, por lo que rondaría los 400 kilos. Y hay que destacar que en torno a un 95% corresponde a trufa de plantación, explica el responsable de la asociación.En la trufa de campo influye más la climatología y en la trufa de plantación siempre se saca algo, como en otros cultivos. Hace 30 años casi todo el territorio trufero era de campo y solo se dependía de la climatología, por lo que había campañas muy malas cuando había sequía. Pero ahora es distinto al haberse puesto en marcha numerosas plantaciones a lo largo y ancho de la provincia, concretamente en unas 1.500 hectáreas. La de la empresa Arotz es la más extensa, con unas 546 hectáreas. Se localizan en distintas zonas de la provincia de una manera dispersa, en terrenos con pinos de la zona norte (Pinares y Piqueras), con encinas (los que más en Soria) y con robles.El sistema de recolección es mediante perro y con machete trufero (un puñal de hoja ancha para cavar en el suelo).En la plantación es más fácil y cómodo porque los árboles están más juntos, mientras que en el campo es más costoso porque el arbolado está más disperso.Como decíamos, cada vez hay más plantaciones en la provincia de Soria, aunque es un proceso que va despacio porque es una inversión que no está al alcalde de todo el mundo. Además, cuanto más grande es una parcela más inversión requiere. «Si no se tiene terreno es más difícil comenzar. La inversión inicial podría alcanzar los 10.000 euros por hectárea y luego hay que instalar riego y realizar otras gestiones intermedias», indica José Manuel Pérez.Hay que realizar un estudio de labotarorio para conocer las condiciones del suelo y lo primero que tiene que cumplir es que sea terreno calizo y con un pH de entre 7,5 y 8,5. Posteriormente, se estudian otros elementos que son necesarios para el cultivo de trufa. Una vez que se cuenta con el terreno adecuado, los árboles los puede plantar el propio truficultor.Con el terreno y los árboles bien cuidados, en un plazo de 7 ú 8 años pueden salir ya las primeras trufas y en 10 años se obtiene una producción en condiciones. Hay que tener en cuenta que es un hongo de crecimiento lento, no como el champiñón y otras especies. Por hectárea en unos 12 años se pueden conseguir una producción de entre 20 y 25 kilos al año. «Hacen fanta muchas ganas y paciencia, porque es un proceso lento y que precisa muchos cuidados, por eso no hay tanto rendimiento como en otros cultivos», explica.Productores y mercadoEn la asociación, que surgió hace 18 años, hay ya unos 50 truficultores sorianos y cada año hay nuevos miembros, desde agricultores que optan por diversificar cultivos hasta gente joven que se siente atraída por la trufa negra, pasando por jubilados, personas con profesiones liberales y con más tiempo libre y gente de pueblos que quiere obtener ingresos complementarios a su actividad. José Manuel Pérez detalla que cuando se creó el colectivo sus integrantes eran recolectores de campo pero que ahora son truficultores con sus propias plantaciones.La campaña de recolección se abrió el uno de diciembre y concluye el 15 de marzo, por lo que en todo este tiempo de se puede recolectar y comercializar la trufa. Tras la recolección, el producto se comercializa de forma inmediata porque es perecedero. En el caso de la trufa de plantación no suele haber problemas, porque hay más demanda que oferta; sin embargo, en campo a veces se vende el producto a precios más bajos.La trufa negra de Soria ofrece una gran calidad, por el suelo y el clima, y «no tiene nada que envidiar a la trufa italiana o a la trufa francesa», subraya el truficultor soriano.El futuro del sector, según el truficultor, dependerá mucho de la evolución de la producción mundial y de los precios, de la oferta y de la demanda. A España, Italia y Francia se han sumado otros muchos países productores, incluso del hemisferio sur, por lo que se produce trufa durante todo el año. Entre ellos, destacan Croacia, Bulgaria, Rumanía y Hungría, además de Argentina, Chile, Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica. Incluso en Estados Unidos se está comenzando a hacer pruebas.La 15ª Feria de la Trufa, los días 18 y 19 de febreroLos días 18 y 19 de febrero tendrá lugar en Abejar la 15ª edición de la Feria de la Trufa. En este veterano evento se darán cita numerosos expositores relacionados con el sector y se podrá disfrutar de visitas a plantaciones truferas, concursos, talleres, degustaciones, jornadas técnicas...Y es que en el marco de la feria tendrá continuidad la jornada científico-técnica que contará con Fernando Martínez Peña como director. La Diputación Provincial de Soria apoya la promoción de la trufa negra de Soria y de la truficultura, con el impulso a la marca propia. En Madrid Fusión ha tenido lugar la subasta de trufas de Soria, que alcanzaron el valor de 2.700 euros una y 2.200 euros otra.Por otro lado, en estas fechas tiene lugar en Soria la Ruta Dorada de la Trufa, organizada por la Fundación Soriactiva de Caja Rural de Soria, con distintas actividades en torno a este producto.