El Correo de Burgos

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Trabajo en equipo para salvar a las abejas

Asegurar la polinización es el objetivo de ‘The Animals’, un grupo de cinco jóvenes que participa en la ‘First Lego League’ para alertar sobre la posible extinción de todas las especies

Publicado por
DIEGO SANTAMARÍA
Burgos

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Si las abejas se extinguen por completo «hay grandes posibilidades de que los humanos y muchas otras especies desaparezcan por completo». A esta conclusión han llegado los cinco integrantes de The Animals, el grupo del Centro de Día de Apoyo al Menor de Cáritas en Burgos que participará en la First Lego League. Su catastrófica visión del futuro si nadie lo remedio no es mera palabrería.Este equipo de jóvenes cuyas edades oscilan entre los 13 y los 16 años se ha nutrido de múltiples fuentes de información para «buscar líneas de investigación» que les ha llevado a contactar con expertos apicultores de la provincia. Los profesionales consultados, por su parte, no han dudado en facilitar documentación exhaustiva para que se encarguen de sensibilizar a la población de las consecuencias que acarrearía para el medio ambiente en general y la agricultura en particular su desaparición.Da fe de ello Susana Fernández, educadora social del centro y coordinadora de una actividad enfoca da al concurso y que este año se centra «en la relación entre los seres humanos y los animales». Para participar en la competición, eso sí, debían cumplir con tres pautas indispensables: trabajar su propuesta con un robot, presentar un proyecto científico y defender los valores de su iniciativa ante el jurado.La investigación de The Animals parte del análisis de las causas que amenazan la supervivencia de las abejas. En primer lugar se encuentran las avispas y diversos parásitos que «pueden llegar a acabar con una colonia entera».Por desgracia, frente a estos «enemigos» naturales poco puede hacer «la mano del hombre». Donde sí puede intervenir el ser humano es a la hora de reducir -o eliminar directamente- el uso de insecticidas. Los más peligrosos son los neonicotinoides, sustitutivos del dicloro difenil tricloroeta- no (DDT) «cuya composición se parece a la de la nicotina». Su misión, según explican, es la de combatir a los insectos y plagas que dañan los cultivos afectando a su sistema nervioso. El problema es que las abejas se convierten en «víctimas colaterales» al no poder regresar a su colmena y morir «aisladas sin alimento».Y cómo no, también forma parte de esta lista el cambio climático, que al reducir la polinización afectaría a la «la producción de frutas y semillas», amén de provocar «un descenso en las poblaciones de plantas o peor aún, que algunas de ellas lleguen a extinguirse». Precisamente, como ya recogió este suplemento en octubre del año pasado, el Grupo de Investigación en Compostaje (Ubucomp) de la Universidad de Burgos (UBU) trabaja en el proyecto POLL-OLE-GI de la región Sudoe con el fin de obtener un «incremento de la producción» mediante la instalación de islas vegetales en fincas de la provincia destinadas al cultivo de colza y girasol.La predicción de los chavales que abre este artículo guarda relación con la muerte de plantas por no polinizar. Si a ello sumamos la deforestación, la absorción de CO2 y la expulsión de O2 provocará que los humanos empiecen a «perder cualidades respiratorias» y, por ende, a poner en peligro su existencia. Lo mismo ocurriría con el resto de especies animales, de ahí que el grupo haya buscado «soluciones» al respecto.Hay «cosas que tú puedes hacer» más allá del respeto a las abejas y la concienciación sobre el problema. Por ejemplo, instalar «plantas nativas» si se dispone de jardín y de colmenas en los pueblos, dejar espacios «sin compostas» o evitar los productos agroquímicos.

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