El sector pide un control riguroso de la ‘pulguilla de la patata’
Campaña Castilla y León está libre de esta plaga, por eso, productores e industria reclaman medidas «radicales» para frenar su expansión
La pulguilla de la patata’ (género Epitrix) representa una amenaza para las producciones ya que reduce considerablemente el valor comercial del tubérculo. Se trata de un insecto coleóptero o escarabajo que provoca galerías superficiales en el tubérculo. Además, esta amenaza también causa daños en la planta, al alimentarse de las hojas.Castilla y León está libre de esta plaga de cuarentena, aunque tiene muy cerca varios de los focos identificados en España. Actualmente está presente en determinados municipios de Galicia, Asturias y Andalucías, zonas sujetas a un programa nacional de erradicación por parte del Ministerio que actúa también en su detección precoz.Desde Castilla y León el mensaje es de «tranquilidad», como afirma la presidenta de la Interprofesional, Yolanda Medina, que reclama medidas «eficaces» de control para que no haya ninguna duda en Europa de que se está combatiendo esta plaga.
Los patateros de la Comunidad son «muy profesionales» y utilizan semilla certificada, lo que ayuda a que las producciones estén controladas.Los casos de ‘pulguilla de la patata’ registrados en Galicia están circunscritos, según Medina, a zonas de huertos para consumo local, lo que hace más difícil su expansión a zonas limítrofes. Allí se ha prohibido la comercialización y salida de tubérculos para prevenir problemas.
Desde Castilla y León se reconoce que no se trata de un problema nuevo, pero que exige de actuaciones «radicales». Y es que si bien no hay temor por el momento a que la plaga afecte a la región, si se es consciente de que al ser una plaga de cuarentena condiciona la exportación. Algo que sí podría tener su incidencia en la Comunidad.De hecho, la presencia de este insecto en producciones de Andalucía ya ha provocado que el producto no pueda salir a la venta en las zonas demarcadas si antes no sufre un proceso de lavado y cepillado, según el caso. El miedo en este caso sigue siendo un «parón» en la exportación que afectaría de lleno a la patata de Castilla y León. Algo que se quiere combatir con controles «rigurosos», como los que se realizan en la Comunidad.El sector planifica las siembras que se iniciarán en primer término a primeros de marzo, y ultima el proceso de conformación de la Interprofesional. Medina confía en lograr los máximos apoyos antes del mes mayo para su reconocimiento oficial.