El Correo de Burgos

Aranda de Duero

La Ribera del Duero vivirá una de las vendimias más escalonadas de su historia

La sequía obliga a hacer una vendimia muy técnica en la que hay que valorar la maduración en cada parcela

La sequía está dejando un viñedo muy desigual

La sequía está dejando un viñedo muy desigual

Publicado por
Loreto Velázquez
Aranda

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La sequía no solo puede suponer una merma en el volumen de la producción, también va a condicionar el desarrollo de una vendimia que en la Ribera del Duero puede alzarse como la más escalonada de su historia. Basta dar un paseo por un par de parcelas, la irregularidad de los índices de maduración obliga a cambiar el enfoque de lo que normalmente es una vendimia generalizada por una vendimia muy técnica, en la que los enólogos o técnicos de campo deberán valorar de forma casi diaria el estado de las distintas parcelas.

Según explica el responsable técnico del Consejo Regulador Ribera del Duero, Alberto Tobes, el viñedo está en una situación muy desigual. “Hay viñedos, sobre todo los viejos, que han madurado bien porque al tener las raíces más profundas pueden captar agua de las capas más inferiores del suelo, pero luego hay viñedos más jóvenes en los que se ve mucha irregularidad y eso obliga a estar muy pendientes y escalonar la recogida”.

Bajo esta perspectiva, aunque la vendimia comenzó en el caso de los vinos blancos de Albillo Mayor el 31 de agosto y para los Tintos, el 1 de septiembre, lo más probable es que la recogida se dilate en el tiempo y a no ser que amenacen lluvias continúas, no habrá prisa. Eso tiene efectos en la bodega pero también en el empleo de temporeros ya que, ante la dificultad de encontrar personal, esta tesitura podría ayudar porque al no coincidir el grosor de la vendimia en un momento puntual y ser espaciada, no habrá ese pico de demanda que podía dar problemas.

Dos mujeres trabajan en la vendimia

Dos mujeres trabajan en la vendimia

Ante una vendimia compleja, el equipo técnico de la bodega debe estar, más que nunca, a pie de campo. “Es una vendimia muy técnica en la que se va a tener que ir viendo las necesidades de cada parcela”, advierte consciente de que no todas las parcelas están madurando al mismo ritmo. “Depende mucho del suelo, de la orientación, la edad del viñedo, la humedad…”.

A diferencia de la vecina Denominación de Origen Rueda, donde una vendimia generosa no está dando problemas, en gran parte por el sistema de riego por goteo, que tienen muchas fincas; en Ribera la campaña se presenta más compleja y eso que a excepción de la sequía no ha sido un año climatológicamente adverso. “No ha habido heladas y solo cayó un pequeño pedrisco el 6 de julio pero fue muy localizado y casi no causó daños porque afectó principalmente a núcleos urbanos y no al campo”.

El hecho de que no haya llovido tiene su parte positiva ya que no ha activado el riesgo de infecciones por hongos como Botrytis o Mildiu. Como efecto negativo, la lluvia está limitando en muchos casos el peso de la uva pero podría resolverse. “Cuando hice el primer análisis, el 1 de septiembre, estábamos en el peso de bayas más bajo de todos los históricos, con un 30% por debajo de la media, pero en la analítica que hice el domingo, 11 de septiembre, había subido ya un 5% y eso que no había llovido. Esto demuestra la fortaleza del viñedo de Ribera que, pese a las adversidades, tira”.

En cualquier caso, hoy más que nunca hay que estar muy pendientes del cielo porque la lluvia que caiga “ayudará”. “Es cierto que pesa menos pero no olvidemos que en agosto el viticultor puede hacer el aclareo de racimos. Si este año ha visto que vienen con poco peso habrá hecho un aclareo mucho menor y con eso ya se equilibra”.

En cuanto a la lluvia, todo dependerá de cómo caiga y cuántos litros deje porque hasta ahora ha sido mínimo. En la zona de Aranda por ejemplo suele haber dos tormentas en septiembre pero a día 14 han caído cero litros, y lo mismo ocurre, asegura, en otras localizaciones. “Luego depende de cómo caiga. Si llueve dos días y hay viento y sol no hay problema pero si nos metemos en aguas continuadas y prolongadas, como pasó en el año 2002, tendríamos problemas”, concluye.

 

 

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