Ribera del Duero
El corzo es el animal que más daño hace al viñedo. Hay superpoblación y afecta ya a más zonas
Los daños por fauna afectaron en Burgos en 2022 a 5.355 hectáreas, 2.252 más que en 2021
Si comparamos los datos de Agroseguro de 2022 con los de 2021, el daño que los animales provocan en el campo de Burgos y de Castilla y León preocupa cada vez más a agricultores y viticultores.
Los cultivos más afectados son los herbáceos, seguidos por el viñedo. En Burgos, en 2022 los animales dañaron un total de 5.355 hectáreas, 2.252 más que el año anterior. Por cultivos, el 97% fueron herbáceos, seguidos muy de lejos por el viñedo.
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En la Ribera, en 2022 se contabilizó una suma de 557 hectáreas perjudicadas, 224 más que en 2021. El 85% afectó de nuevo a cultivos herbáceos (que sube en un año de 2.976 a 5.213 hectáreas) seguido por el viñedo, aunque en este 2022 los daños han sido más suaves, al pasar de 76 hectáreas en 2021 a 69. Todavía más benévolo fue el año con los forrajes, que bajaron de 48 a 47 hectáreas afectadas.
La tendencia se extiende a Castilla y León, donde los animales se han cebado con los cultivos herbáceos al pasar de las 18.226 hectáreas dañadas en 2021 a 30.513 en 2022. La uva, uno de los productos de más valor se posiciona en segundo lugar, pero a mucha distancia, con 114 hectáreas afectadas en 2021 y 515 en 2022.
Análisis
Estas son las cifras pero no se entienden sin el análisis. “El tema de la fauna y los daños en los cultivos es un diente de sierra y varía muchísimo en función de si el año viene seco y si hay más o menos cantidad. Si la cosecha es buena (en kilos), por lo general los agricultores que sufren algún daño no reclaman, a no ser que sea mucho”, explica el director de Agroseguro en Castilla y León, José Ignacio García.
Por el contrario, si la cosecha es escasa, como ocurrió en 2017, “cuando en abril no quedaba nada”, el agricultor reclama todos los daños. “Si el año es malo y hay escasez, por poco que coma el animal hace un destrozo y luego hay que tener también en cuenta la lluvia. Si llueve, muchos animales como conejos o topillos procrean más y causan más daños que en un año seco”, recuerda.
De esta forma, aunque entiende que no se puede comparar un ejercicio con otro porque han sido años muy diferentes climatológicamente, el director de Agroseguro en Castilla y León lo tiene claro: la proliferación de corzos es un hecho que preocupa porque “va a más” y está afectando “a más zonas”.
Pero, ¿Qué animales causan más daños? En la Ribera del Duero, por ejemplo, el conejo, la liebre y el corzo, pero luego influye la localización. En Soria el problema se centra en corzo y jabalí; en Palencia están los topillos y en Burgos, si antes los daños venían casi siempre relacionados con conejos, liebres o jabalíes; ahora el corzo ha entrado en juego de forma peligrosa. “El corzo es el que más daño hace al viñedo porque un conejo por tamaño tira más al cereal, pero al corzo la altura del viñedo le viene al pelo y cuando pilla el brote tierno, el daño es grande”, señala.
La superpoblación es un hecho y se confirma a pie de campo. Basta dar un paseo por la Ribera del Duero para ver que cada vez más viticultores están vallando las parcelas para protegerse de la fauna, especialmente del corzo.
Vallar no implica descuento
El hecho de tener vallado tu viñedo no influye en una rebaja del precio del seguro. Según explica el director regional de Agroseguro, solo se obliga en los primeros años de la viña a tener un protector, el plantón, pero el seguro es el mismo, esté vallada la parcela o no. “Es un seguro general que cubre cualquier riesgo climático: heladas, incendio, sequía, daños por fauna, inundación… Se bonifica tener cañones anti-heladas pero el vallado no”, aclara.
A la hora de indemnizar, el seguro cubre cuando la parcela dañada supera el 20% de la superficie, el mismo porcentaje que se contempla en la producción. En Castilla y León la indemnización por daños causados por fauna en 2022 fue de 1,5 millones de euros. Los cultivos herbáceos acapararon 1,4 millones y la uva de vino unos 79.000 euros.
En la Ribera del Duero burgalesa está asegurada algo más del 50%; puede parecer poco pero la explicación está en las pequeñas parcelas. “Suelen ser de familias o de personas que no tienen el vino como un modo de vida”, puntualiza.
Las heladas, el verdadero riesgo
En su opinión, el seguro “merece la pena”, sobre todo en la Ribera burgalesa donde el peligro de heladas es el “riesgo estrella”, muy por encima de los daños provocados por la fauna. “Este año que apenas ha habido incidentes, salvo algo en Rueda y dos cositas en Ribera, las indemnizaciones por heladas han rondado los 5 millones de euros”, termina.