Así se cuida y adiestra el perro ovejero, el mejor compañero de trabajo del pastor

En función de la raza pueden ser grandes o medianos, pero en general son musculosos, ágiles y sobre todo, muy inteligentes. Son los perros ovejeros y su función es principal a la hora de ayudar al pastor a controlar y mover la cabaña. Hoy descubrimos cómo se adiestran con Alberto Frías Cuesta, un ganadero de Revilla Vallejera. “Aquí comenzamos con el adiestramiento a los seis meses. Se empieza con lo básico: obediencia y que esté a nuestro lado. Es fundamental que te vaya siguiendo y que no se vaya por el campo”.

Al año llega la gran prueba: sacarlo con las ovejas. “Al principio los sacamos con perros ya expertos para que los copien y luego es ir, poco a poco, viendo cómo reacciona. En cuanto ves que puede estar preparado, le dejas ir solo a ver cómo responde a las órdenes”.

A la hora de comunicarse con ellos en el campo, las órdenes deben ser cortas y en voz alta: “adelante, atrás, de izquierda a derecha…”. “También puedes hacer un gesto con la mano y saben lo que tienen que hacer”.

Si le pones delante, las ovejas le siguen y para agruparlas el perro comenzará a dar vueltas y ellas se quedarán quietas, pero ¿por qué las ovejas le hacen caso? La respuesta está en el instinto. “Ellas saben que puede ir a por ellas y las puede morder. Es algo que ocurre muy pocas veces porque lo normal es que la marque pero no le haga daño pero saben que puede suceder”, subraya.

Dicho esto, las ovejas no viven con miedo. “Saben quién manda pero pueden estar tranquilamente comiendo al lado suyo mientras él está tumbado. Otra cosa es el pastor. Él sí tiene que respetar un poco una distancia mínima para que las ovejas estén tranquilas. Cualquier movimiento que haga, pueden pensar que quiere que se muevan”.

En su opinión, lo mejor es coger al perro cuanto más cachorro mejor. “El tiempo de adiestramiento depende mucho de cada animal porque hay unos que les cuesta más. Por normal general, a los 2 años están adiestrados y pueden trabajar solos con el ganado, pero eso no significa que se recomiende ir con un único perro. En nuestro caso para mover 315 ovejas tenemos 4 perros, pero siempre hay uno que queda en casa”.

No es bueno pasarse

Y es que, no es bueno pasarse. “Lo ideal es llevar dos perros por cada 500 ovejas. Si llevas más puede ser contraproducente porque se lían y pueden confundir a las ovejas. En el caso de mastines, lo aconsejable es uno por cada 100 ovejas”.

A la hora de elegir raza, Alberto Frías lo tiene claro: Border Collie. “El instinto de trabajo es el 90% y son además muy finos”, destaca sin olvidar otras cualidades que les convierten en “los mejores” como una inteligencia extrema (es una de las razas domésticas de perro más inteligente), la energía y vitalidad y la forma atlética.

Antiguamente, apunta, los pastores solían elegir un perro ganadero, conocido también como Carea Leonés. “Antes lo tenían casi todos, pero eran más brutos y más difíciles para enseñar. En mi opinión, los Border Collie son los más idóneos”.

¿Y los mastines? Son ideales para grandes rebaños pero sirven sobre todo para proteger de los lobos, no son de trabajo.

En su granja tienen cuatro Border Collie: los dos padres que compraron nada más nacer (por unos 400 euros cada uno) y los hijos que han tenido, que acaban de cumplir seis meses de vida. “Es mejor tenerlos desde recién nacidos porque controlas todo el proceso. En nuestro caso se crían con las ovejas, beben su leche y así se acostumbran desde el principio. Están todo el día juntos menos para dormir que los perros van a otra nave”.

Los cuidados que necesitan estos animales son los mismos que tiene cualquier perro. “Les vacunamos contra la rabia una vez al año, les damos la pastilla de desparasitar cada tres meses y cuando cumplen seis meses hay que ponerlos el chip”.

¿Son violentos?

Aunque la fama suele relacionar los perros pastores con animales reacios y violentos, si se sienten amenazados, Alberto Frías niega la mayor. “Aquí de los cuatro que tenemos ahora, hay dos que si te descuidas se van con cualquiera porque son muy cariñosos, pero como pastor nunca te puedes alejar demasiado. Hay que estar a una distancia pero sin perder el control”.

Más preguntas. ¿Macho o hembra? “Las hembras aprenden más rápido. Los machos necesitan casi siempre un tiempo extra”, explica.

¿Precios altos? Se acabó lo bueno

Superada la pandemia, donde el precio del lechazo cayó hasta los 30, e incluso 20 euros, la Navidad de 2022 fue muy buena. “Hemos vendido a 90 euros, un buen precio”, asegura a sabiendas de que en el campo la alegría no dura mucho. “Aquí ya se sabe que sube en Navidad, que es la época más fuerte, pero luego el precio baja como lo ha hecho ahora que estamos a 60- 65 euros. Eso también lo tiene que tener en cuenta el consumidor”.

Mientras el precio baja, los productos como piensos, forrajes y otras materias primas, siguen subiendo pero “aquí seguimos sin ayudas”, concluye.