Un Rivera "encantado" vaticina una noche histórica

"Estoy encantado, es una noche histórica". Estas han sido las únicas palabras que el candidato de Ciudadanos para la Moncloa, Albert Rivera, ha pronunciado a su llegada al hotel Eurobuilding de Madrid, donde el partido vivirá la noche electoral.Quince minutos antes del cierre de los colegios electorales, una furgoneta negra de Ciudadanos ha estacionado frente al hotel y ha salido, con paso firme y a toda prisa, un Albert Rivera que, aunque no quería hablar ante los medios, finalmente ha tenido la deferencia de decir que estaba encantado de vivir una noche así.Vestido de oscuro con una trenca, Rivera se ha mostrado sonriente ante los medios de comunicación y ha accedido al hotel perseguido por un sinfín de cámaras y medios de comunicación.Por lo demás, la tranquilidad ha reinado esta tarde en el hotel talismán de Ciudadanos, dónde únicamente la actividad de los medios y los gritos de un grupo de "treceañeras" madrugadoras con pancartas caseras en las que se podía leer "¡Albert te queremos, qué guapo eres!", han animado la espera.Paciencia no les ha faltado y es que, según han explicado, justo después de comer han decidido cambiar la sobremesa por una excursión al cuartel general de Ciudadanos, en el que esta noche se puede vivir un momento histórico una vez se produzca el recuento de los votos en todos los colegios electorales del país.Las cartulinas las han comprado un rato antes de llegar al hotel y al parecer, también han ideado los lemas sobre la marcha, lo que les ha jugado una mala pasada, porque en uno de ellos han tenido que corregir el "Alvert te queremos" inicial, por un "Albert te queremos".En total eran diez, siete chicas y tres chicos, que no han escatimado esfuerzos a la hora de ofrecerse a los reporteros gráficos de los medios de comunicación al grito de "sacadnos en Twitter, por favor".Pero no todos los lemas iban dirigidos al candidato de la formación naranja a la Moncloa y en las cartulinas también han optado por escribir un genérico "Ciudadanos los mejores".La decepción para estos jóvenes seguidores de Rivera llegó cuando algún periodista rompió su emoción al decirles que el líder estaba ya dentro, cuando realmente aún no había llegado.Entonces han cogido el testigo los periodistas, que poco a poco han ido llenando la escalinata principal que da acceso al hotel en busca de la llegada del candidato y del resto del equipo.Con el cierre de las urnas ha llegado la apertura de puertas para los afiliados y simpatizantes, ataviados con bufandas naranjas.Serán un total de 900, 800 de ellos en la sala central, donde Rivera se dirigirá a ellos para valorar los resultados y 100 en una sala accesoria.Para que nadie se aburriera en lo que los líderes del partido tomen la palabra en el estrado, la organización ha dispuesto varias mesas en la sala para simpatizantes donde se ha servido cerveza, vino y demás refrigerios para calmar, además de los nervios, la sed.