El Correo de Burgos

El PSOE se encomienda al miedo de su electorado al 'sorpasso' de Podemos

Sánchez señala que los malos pronósticos "activan la reserva emocional" del partido

Pedro Sánchez entrega propaganda electoral en una tienda del centro de Madrid, este martes.-JOSÉ LUIS ROCA

Pedro Sánchez entrega propaganda electoral en una tienda del centro de Madrid, este martes.-JOSÉ LUIS ROCA

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JUAN RUIZ SIERRA
Burgos

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Pedro Sánchez volvió a insistir este martes en un cara a cara con Mariano Rajoy, formato al que el presidente en funciones se ha negado en esta campaña. El candidato socialista no lanzó esta petición porque considerase que necesitaba una segunda oportunidad tras el debate a cuatro del lunes. Al contrario: pese a las conclusiones de las encuestas, que dieron como ganador a Pablo Iglesias, el líder del PSOE salió “contento” de una cita que cree que ha servido para acabar con la polarización entre el PP y Podemos. No todos en su partido comparten esta opinión, pero el secretario general insiste en que es el único aspirante que “tiene opciones” de suceder a Rajoy, ya que el miedo al ‘sorpasso’ de Podemos está reactivando a su electorado tradicional.Un día después del debate, en el que se centró en criticar tanto al presidente en funciones como a Iglesias, pese a que este es una aliado necesario para llegar al poder, Sánchez mantuvo una conversación con la prensa en un avión que le trasladó de Madrid a Oviedo. “La posibilidad del ‘sorpasso’ está activando la reserva emocional del PSOE”, explicó el candidato.Los socialistas se encomiendan al temor que produce la posibilidad de perder la hegemonía dentro de la izquierda. La tercera posición dejaría al partido en una de las situaciones más complicadas de su historia, y le abocaría a elegir entre llevar a Iglesias hasta la Presidencia del Gobierno, siempre que den los números para eso, o permitir la continuidad del PP a través de una abstención.Sánchez eludió aclarar durante el debate qué haría si se da ese escenario. No piensa dar ninguna pista hasta después de las elecciones. Primero, porque solo serviría para contribuir a la polarización entre los populares y los morados, con el PSOE en el papel de tercero en discordia, pero sobre todo porque la dirección socialista cree que el ‘sorpasso’ vaticinado por los sondeos no se producirá. Al menos en escaños. Y en votos esperan que tampoco, un diagnóstico que comparten, aunque con bastante menos énfasis, incluso los críticos con el secretario general, que en los últimos tiempos han pisado el freno ante el vértigo que produce el descalabro. Varios dirigentes de este sector consideran que Sánchez “desaprovechó una oportunidad” en el debate, en el que repitió una y otra vez que si no llegó a la Moncloa en abril fue por culpa de Iglesias, pero tampoco cargan las tintas.LA SINTONÍA CON RIVERA

Los socialistas se vuelcan en arremeter contra Iglesias, culpándole de la permanencia del PP en el poder, mientras atacan a Rajoy por la corrupción y el aumento de la desigualdad y actúan como si Albert Rivera, con quien firmaron en febrero un insuficiente pacto, no fuera un adversario. Hubo sintonía en el debate entre Sánchez y el líder de Ciudadanos, con ambos colocando en la diana a los candidatos del PP y Podemos, pero el socialista explicó durante su breve charla que no fue algo preparado. “Lo que ocurre es que las cosas salen naturales”, dijo sobre la cita televisiva, que a su juicio también sirvió para que “todo el mundo se diera cuenta de que Rajoy no va a ser presidente porque nadie va a pactar con él”.Poco después, en el mitin de Oviedo, el candidato socialista ofreció una nueva dosis de ataques al secretario general de Podemos. “Rajoy e Iglesias comparten un mismo adversario: se llama PSOE”, dijo. “Para Iglesias es mucho más cómodo tener un presidente del Gobierno del PP que uno del PSOE. Pero para sus votantes no”, añadió. Javier Fernández, presidente de Asturias y referente moral del partido, enarboló el “¡no pasarán!”, en referencia al partido morado.“Nuestro votantes, y sobre todo nuestros afiliados, están muy cabreados con Iglesias”, señala un cercano colaborador de Sánchez, que explica que esto no anticipa nada sobre futuros acuerdos con Podemos, ya que “los pactos no se hacen por el buen tono que hay antes de unas elecciones”. Sánchez, en este sentido, dijo que no pensaba alterar su campaña.

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