El día después de las elecciones generales
Santander interpreta que un acuerdo PSOE-Cs caería mejor en los mercados
Los empresarios tiran de Sánchez hacia la derecha y los sindicatos, hacia la izquierda La bolsa española cierra con una ligera ganancia después de haber llegado a caer el 1%
El día después del triunfo socialista en las elecciones generales, los empresarios parecen tirar del brazo de Pedro Sánchez hacia la derecha, y los sindicatos, hacia la izquierda. Todo ello en una jornada en la que la bolsa ha recibido con calma el resultado electoral y ha cerrado con una ganancia del 0,12% después de haber llegado a perder, eso sí, casi el 1% al filo del mediodía.En un informe de los analistas del Santander para sus inversores, el banco interpreta que "la coalición entre PSOE y Ciudadanos probablemente complacería a los mercados financieros dado que la postura liberal de Cs sería mejor recibida que el populismo de Unidas Podemos", según el texto al que ha tenido acceso el diario digital El Independiente.Fuentes de la entidad aclaran que esta interpretación no constituye una opinión del banco sino un análisis del 'sentimiento' de los mercados financieros y que en ningún caso debe ser acogida como una recomendación ni como una preferencia de la entidad ni de su presidenta. Lo que sí hizo Ana Botín a primeros de abril, unas horas después del arranque oficial de la campaña electoral, fue reclamar a los partidos políticos "responsabilidad y madurez" y "huir del cortoplacismo" tras el 28-A.Mucho más claro ha sido, sin embargo, el presidente de la patronal CEOE, Antonio Garamendi. Tras felicitar a Pedro Sánchez y al PSOE por su victoria electoral ha asegurado que la patronal se encontraría "cómoda" con un Gobierno de centro-izquierda. "Todo lo que gire alrededor del centro izquierda, como en otro momento del centro derecha, será lo mejor", ha apuntado en declaraciones a RTVE, en clara referencia a un posible pacto entre PSOE y Ciudadanos.Todo este tipo de pistas desde el lado de la patronal son interpretadas siempre con suspicacias por la posible influencia que pudieran acabar ejerciendo sobre Ciudadanos, una formación sobre la que siempre ha existido la idea de cierta proximidad a las grandes empresas del Ibex 35 que su líder, Albert Rivera, rechaza de forma insistente.