Memoria Histórica
Familiares de fusilados en La Almudena visitan el paredón de Paterna
Encuentro entre activistas: los madrileños quieren recuperar las placas arrancadas en su cementerio y los valencianos aspiran a que se dignifique el lugar de ejecución de 2.238 republicanos
La noticia del nombramiento (o renovación con ascenso) de Fernando Martínez como nuevo secretario de Estado de Memoria Democrática, y su significado acerca de la continuidad de la política del Gobierno en esta materia, les llegó este viernes a un grupo de familiares de republicanos fusilados cuando finalizaban una iniciativa especial de recuerdo. Recorrían, de hecho, parte del "camino de la sangre" de Paterna (Valencia), la ruta que seguían los camiones transportando los cadáveres de los recién ejecutados en la postguerra, camino del cementerio municipal.
Una docena de miembros del colectivo Memoria y Libertad, de familiares de fusilados en las tapias del cementerio madrileño de La Almudena, visitó este viernes las fosas comunes del cementerio de Paterna y el paredón aledaño, lugar en el que fueron acribilladas tras el final de la Guerra Civil 2.238 personas, denominado por el volumen de la atrocidad el Paredón de España.
La comitiva realizó el viaje a iniciativa de la ejecutiva provincial del PSPV-PSOE Valencia, que entregó el pasado jueves los IV premios Memoria y Dignidad en una ceremonia celebrada en la antigua prisión militar de Monteolivete, hoy sede del Museo Fallero. Los premios recayeron sobre este colectivo, la profesora nacida en la maternidad de Elna Anne Marie Lemmaire, el preso fugado del Valle de los Caídos Nicolás Sánchez Albornoz y la exministra de Juticia Dolores Delgado.
OBJETIVOS COMUNES
La visita al recinto mortuorio de Paterna, donde aún quedan numerosos enterramientos de reos de muerte por recuperar, reunió sobre el terreno dos sensibilidades a flor de piel. Los madrileños, encabezados por el presidente de la entidad, Tomás Montero -nieto del ugetista del mismo nombre, fusilado en 1939 -, aún tienen dolorosamente reciente la pérdida del monumento que el anterior Ayuntamiento de Madrid -bajo gobierno de Manuela Carmena- había erigido en el lugar de la matanza del antiguamente llamado Cementerio del Este. La nueva corporación -cuyo alcalde es José Luis Martínez-Almeida- mandó arrancar las placas con mil nombres de entre los 2.934 ejecutados allí por el franquismo, para reerigir en el mismo sitio un monumento común, dedicado también a las víctimas madrileñas asesinadas por partidas republicanas.
Por su parte, el Grupo para la Recuperación de la Memoria Histórica de la Comunidad Valenciana, que preside el socialista Matías Alonso, lleva años aspirando a que en el Paredón de España se lleven a cabo trabajos de limpieza y recuperación del entorno, para crear allí un parque de la Memoria Democrática. Los terrenos, originariamente propiedad del Ejército, pasaron a ser municipales y posteriormente privatizados por una alcaldía del PP. Ahora se plantea construir en ese área de Paterna una urbanización de chalés.
Matías Alonso guió a los visitantes por el lugar, dándoles una explicación histórica. Recibió a la comitiva Trini Castelló, diputada en las Cortes Valencianas y portavoz de Memoria Democrática del Grupo Socialista en ese parlamento autonómico. Castelló invitaron a los visitantes madrileños a "hermanar las causas de la memoria" con independencia de las adscripciones políticas de cada entidad, "dando los partidos un paso atrás, para que sean las familias las que lleven la iniciativa, pues la Memoria es ante todo suya", dijo Alonso.
Este sábado se ha celebrado en el auditorio de la UGT de Madrid un acto bajo público convocado por la Plataforma en Defensa del Memorial, y bajo el lema "por la reposición del memorial a las víctimas del franquismo en el Cementerio del Este".
El autor de ese memorial es el escultor madrileño Fernando Sánchez, que el viernes formó parte de la comitiva en Valencia. Sánchez tomó nota de los distintos monolitos del cementerio de Paterna, y también de los planes de los socialistas valencianos para dignificar y significar el paredón. El lugar, del que apenas afloran ahora entre montones de escombros unos metros de hormigón llenos de balazos, está decorado con una corona de flores que se renueva cada año.