Participación

EL TÓPICO electoralista señala que en las elecciones municipales, las más cercanas al ciudadano dicen, se vota a la persona, no a las siglas. Un tópico que se podría estirar un poco más hasta las elecciones autonómicas. De ahí que los votantes andaluces hayan apoyado mayoritariamente a la candidata del PSOE, la actual presidenta, Susana Díaz, pese a los escándalos de corrupción que han salpicado a esta formación política.Y de ahí también que la candidata socialista haya centrado en su persona la campaña electoral para tratar de evitar que el foco se pusiera en otro sitio. Los resultados están ahí. Puede que tenga menos votos que en las pasadas elecciones, pero ha logrado el mismo número de escaños. Sorprende que no se haya castigado más el mal gobierno, y la corrupción representa el peor gobierno posible. Pero como se vota a las personas…Con la campaña electoral muy cerca ya, debería ser el momento de las propuestas, de los programas, de qué soluciones se aportan para solucionar los problemas de los vecinos. Y sobre esas cuestiones deberían decidir los ciudadanos, no solamente sobre las personas. Las elecciones andaluzas también indican que el bipartidismo no ha muerto de momento. Y es en Burgos, precisamente, donde ya se van conociendo los movimientos de los dos grandes partidos. Los únicos que ya tienen candidato, por cierto. Voy a incluir a UPyD también, pero la crisis interna que vive este partido a nivel nacional abre muchas incógnitas sobre su futuro.En el caso de las municipales, cuando llega la campaña electoral, los candidatos que aspiran a estar en el Ayuntamiento inciden mucho en la participación ciudadana, en contar más con la opinión de los barrios y de los vecinos para llevar adelante proyectos de mejora o inversiones. La pregunta que a mí me surge cuando se plantean estas cuestiones es si se puede conseguir la participación activa de los ciudadanos. Lo cierto es que, y así se ha puesto de manifiesto a lo largo de este último mandato, cada vez que se ha querido poner en marcha una obra de cierta relevancia para un barrio o para la ciudad en general ha habido contestación social. También es cierto que la situación de crisis económica ha elevado la sensibilidad ciudadana ante proyectos que se consideraban inoportunos e innecesarios, en un momento en el que había que estar más preocupado por dar ayuda a las personas que pasan dificultades. Es de esperar que la participación ciudadana activa no se quede en una mera propuesta.