Los que no gritan

SERÍA interesante para los partidos políticos que hicieran seguimientos de las personas que acuden a los mítines de sus líderes. Especialmente de aquellos que están sentados, no gritan, no portan una banderita del partido o no paran de llamar ‘guapo’ o ‘guapa’ al candidato o candidata de turno.A esos ya los tienen ganados, ya saben que les van a votar desde que entran en el auditorio.Sin embargo, debe haber gente entre el público que haya acudido al acto en cuestión con verdadero afán informativo, para saber qué es lo que le ofrecen los que se suben al estrado. No sé si serán muchos o pocos, me temo que lo segundo, pero seguro que con ese seguimiento los partidos podrían obtener una valiosa información. Está claro que no se puede convencer a muchas personas con una intervención de apenas media hora, pero seguro que observando los rostros -cómo van cambiando en función del mensaje- se puede obtener una idea de lo qué piensa sobre lo que va escuchando en el escenario. A falta de otros formatos más adecuados, es muy loable que haya personas que se acerquen a un mitin de un partido político con la sencilla, y necesaria, intención de saber qué planes tiene el líder de esa formación para el país. Quizá, por aquello que decía del formato de un mitin, esta buena intención con la que se acude a un mitin se quedará satisfecha a medias. En estos actos, dotados de una gran espectacularidad, con más cuidado en la puesta en escena que en otra cosa, el oyente neutral sólo puede oír una parte de las propuestas. Es decir, se cuenta con mucha claridad qué se va a hacer, pero no se menciona, en ningún momento, cómo se va a llevar a cabo esa idea. Porque eso es lo que diferencia, al final, las propuestas de los partidos. Y el mensaje se queda limitado a una toda una batería de propuestas que se van a realizar en el caso de ganar las elecciones, en su mayoría todas estupendas y magníficas, pero no se relata cómo se van a realizar. No va a ser así, pero sería de agradecer que los líderes de los partidos políticos se esforzaran más en explicar cómo van a aplicar sus medidas. Así se evitarían confusiones.