Industria, sin más
HEMOS hecho muchas veces la misma pregunta para conocer lo que es Burgos y en qué nos distinguimos de otros. La respuesta, si es que la hay, lleva pegada una fina piel que envuelve el territorio, con las intenciones de gentes que la manejan. Empresarios de alto ranquin, representantes políticos y gestores interpuestos que hacen lo que pueden, saben o les dejan. De todo un poco. Hombres de pro, prohombres de la ciudad. Hace pocos días se anunciaba la visita del Presidente de la Junta de Castilla y León, Juanvi, a una de las industrias tractoras de Villalonquejar. Ubisa, entre otras cosas, estira y trefila finos hilos de acero que en espiral se funden con el caucho de millones de neumáticos que ruedan por el mundo. Gracias a esta empresa y otras muchas, repartidas por los dos polígonos industriales y otros cercanos de la provincia, estamos económicamente en posibilidad de remontar antes que otras. Todo ayuda, hostelería y turismo del frío, refuerzan lo anterior. Pero que nadie nos engañe. Tenemos que mimar nuestra industria, fortalecer desde dentro y abrir puertas para que otras echen raíces. O dejaremos de ser lo que somos. Aspirar a que nos conozcan por algo en particular y otros “ademases” como “ Burgos, Ciudad Gastronómica y Ciudad de Congresos” puede reforzar, pero nunca ser, la base de crecimiento y sostenibilidad. Tenemos suelo industrial a degüello, urbanizado, hibernando y sin ocupar. A la espera de un milagro. Que vengan nuevas industrias a crear puestos de trabajo y permita crecer a las que ya funcionan. Pero este don, no será posible si sólo se publicita suelo industrial urbanizado, con calles e infraestructuras. Que no es otra cosa que tubos y tuberías. El atractivo mayor e innovación que hemos de saber vender es, un territorio donde la energía es más barata que en otros lugares. El nivel de riqueza de los países se mide por la renta per cápita de energía consumida. Algo ayudará la inyección de la Junta de Castilla y León con 13,5 millones de euros, dosificados hasta el 2.020 y para instalaciones de calor y cogeneración, quemando Pellets. Que es la madera moderna que alimenta estufas de biomasa. Algo es algo, pero a mil años luz de lo necesario. Cualquier inversor tiene que echar números y rentabilizar sus costes de implantación, comercialización y desarrollo. Tenemos el oro negro a pocos kilómetros y no lo vemos. Si los rumores son ciertos y parece que el río suena, Garoña puede que se reabra y queme al mismísimo demonio que lleva dentro. No dejemos que esto sea así sin que a cambio, la energía nos resulte, casi gratis.