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HACE unas semanas alguien de fuera, seguidor de fútbol, me preguntó por la situación de este deporte en Burgos. El comienzo fue sencillo, en la capital está el Burgos CF, le expliqué, que juega en Segunda B y que ahora está luchando por no perder la categoría.Cuando le dije que el entrenador es Manix Mandiola, como es guipuzcoano, no tardó en reconocerlo. La conversación continuó y cuando traté de hacer un poco de historia fue cuando empezó a sorprederse por momentos, especialmente cuando le conté que hay otro equipo en la capital, el Real Burgos que, al igual que el Burgos CF, militó en Primera División.Si mi interlocutor fuera de aquí, por edad, no hubiese sido testigo de que fue el Real Burgos el último equipo de la capital que estuvo en Primera División. Aunque sí podría recordar los pasos efímeros del Burgos CF por la Segunda División. Lo que le sorprendió fue que en una ciudad como Burgos hubiera dos equipos. Tampoco profundicé demasiado, pero le hablé de sus idas y venidas, de sus desapariciones y regresos. Así como que puede darse la circunstancia de que los dos equipos acaben compartiendo categoría en un futuro no muy lejano -ahora mismo el Real Burgos es líder en Regional Aficionados-, lo que, en el caso de que así fuera, abriría la posibilidad de que ambos compartieran el estadio de El Plantío. Un estadio sobre el que se ha vuelto a poner el foco para llevar a cabo los primeros pasos sobre su remodelación y sobre el que también se han empezado a lanzar ya campañas especulativas, como si se tratase de un proyecto prioritario y de interés general. Sobre todo cuando justo al lado hay un claro ejemplo, el Coliseum -el nombre lo dice todo-, de un proyecto sobredimensionado e infrautilizado que, por el momento, solo ha servido para acoger un puñado de eventos. Pero, nada, hagamos primero un estadio nuevo y luego ya veremos si algún día algún equipo de la ciudad sube a Segunda División y, de paso, se mantiene el tiempo suficiente para consolidar un proyecto deportivo. Hubo un momento de la conversación que esta persona me preguntó por qué no se fusionaban los ‘Burgos’. No pude contener la risa.