El Correo de Burgos

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DA LA IMPRESIÓN de que según va avanzando el actual mandato en el Ayuntamiento de Burgos, del que prácticamente ya se han cumplido dos años, las posturas de los partidos se van enconando cada vez más, como si poco a poco fueran retrocediendo a las ‘trincheras’ políticas para ir preparando las próximas elecciones municipales de 2019. Sí, puede resultar sorprendente, quedando aún la mitad del mandato, pero las señales que emiten los grupos políticos van en esa dirección. Alguien que conoce los entresijos de la vida política municipal, con la que ha lidiado, y lo sigue haciendo, me contaba que este mandato está prácticamente amortizado.Que cuando acabe este año, lo que quede ya por delante será una cuenta atrás para las elecciones municipales. El Pleno del pasado viernes fue, en parte, una escenificación de todo eso. Y más concretamente cuando se llevó a votación la nueva composición de las juntas de los cinco distritos en que se quiere dividir la ciudad. El PP se acabó absteniendo en una propuesta que este grupo había elevado al Pleno para su votación, sabiendo que no contaba con el consenso necesario. El PSOE también se abstuvo, voto que ya se conocía, mientras que Imagina y Ciudadanos votaron en contra. PP yPSOE se reprocharon mutuamente que los distritos sigan atascados. Todo, a cuenta de las presidencias y las vicepresidencias de esas juntas de distrito. Han pasado dos años y no se ha conseguido cerrar la nueva distribución de los distritos. Paradójicamente, la mejora de la participación ciudadana, así como la mejor respuesta a esa participación, se queda atascada y sin visos de que vaya a salir adelante. También se están viendo señales de desgaste entre los miembros del equipo de Gobierno, superados, seguramente, por la situación de minoría en la que se encuentran y que hace que hasta surjan diferencias internas. El Pleno del viernes también ofreció alguna imagen al respecto. Y eso es más complicado de afrontar, que las ‘trincheras’ estén en el mismo lado.

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