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NO ESTÁ muy claro cuál será el futuro del Hospital de la Concepción, al menos si se escuchan y leen las declaraciones de intenciones de quienes pueden hacer que el proyecto que ha presentado esta semana la Universidad de Burgos pueda ser una realidad en el medio plazo. El rector de la Universidad,Manuel Pérez Mateos, lo dejó claro en este asunto. Hagan lo que hagan, les caerán críticas.Pero lo que ya no se puede cuestionar es que la Universidad tiene un plan, con inversión prevista, con el uso que se quiere dar, con fases de desarrollo... aunque no tiene el dinero. Los 13,5 millones de euros en los que se ha tasado este proyecto deben venir de otros sitios, públicos y privados. No en vano, la Universidad, que ya ha invertido en este edificio más de 7 millones de euros, depende presupuestariamente de la Junta de Castilla y León y no tiene capacidad de maniobra. Por lo que dice Pérez Mateos, el Gobierno regional conoce el plan y ha mostrado interés. Sorprende, por contra, que el alcalde, Javier Lacalle, muestre reticencia a un proyecto que, tal y como la ha planteado el actual equipo rectoral, quiere contribuir a hacer ciudad y dinamizar una zona a la que le vendría muy bien. Sin embargo, Lacalle vino a decir que para presentar un proyecto hay que contar con financiación. Bueno, sería muy larga la lista de proyectos, planes, ideas y demás ocurrencias que se han presentado por estos lares y que se han quedado en el olvido. O lo que es peor, se han puesto en marcha con su correspondiente coste económico y lo único que hacen es acumular polvo. Lo que ha hecho la Universidad era algo obligado, tratar de desatascar el uso de un edificio que da pena ver que esté cerrado. Y lo ha hecho con un proyecto en el que puede caber todo, desde lo universitario hasta lo cultural, pasando por lo social. Y en el que también pueden, y deben, participar las instituciones privadas. Y si, además, el Gobierno acaba optando por ubicar el Archivo Provincial estaríamos ante un espacio de referencia. Pero, vistos los antecedentes, no puedo ser optimista. Ojalá me equivoque.