Un asco
NOS EMPEÑAMOS en vender el turismo de Aranda y la comarca porque contamos con recursos. Patrimonio natural, artístico e histórico y una gastronomía basada en tres productos estrella, el lechazo, el vino de Ribera del Duero y la torta de Aranda, pero es imposible. Pongámonos en la mirada de un turista. Por tren, ya sabemos que no llega (sobre todo después de que PP y Ciudadanos echasen por tierra, esta semana, la enmienda con la que se podía haber recuperado la línea férrea a Madrid). Por carretera, si vienen de Madrid o Burgos bien. Como vengan de Valladolid o Soria se la juegan. ¿Y si vienen en autobús? La primera imagen es desoladora, una estación tercermundista más propia de los años 70 que de 2017.
La segunda parada es indiscutible, las iglesias de Santa María y San Juan; dos joyas arquitectónicas que se ensombrecen con detalles como grafitis, esculturas rotas (se rompieron tan solo un día después de ponerlas) y un trampantojo que en su día sirvió para adecentar la zona de cara a las Edades del Hombre y que hoy está hecho jirones.
En función del día, tienen que tener cuidado. Si coincide con el final de las clases, el inicio del verano o las navidades, caminar por determinadas calles (como Barrionuevo, Cascajar o la plaza Arco Pajarito) se convierte en misión imposible. Cientos de jóvenes cortan literalmente las calles ante una policía que con cinco miembros por turno, nada puede hacer. Los vecinos están en pie de guerra y no me extraña. Viven un infierno de ruidos, malos olores, suciedad y situaciones violentas.
La falta de civismo no conoce límites. Da igual que sea una escultura de una prestigiosa artista, que una pared de una vivienda, que la misma fachada de la iglesia o una de las vidrieras de la ermita de la Virgen de las Viñas. No se libra ni el monte de la Calabaza, donde la empresa adjudicataria del servicio de Aseo Urbano, Urbaser, ha tenido que dedicar esta semana más de seis horas en limpiar un vertido ilegal en el que se acumulaban colchones, lavabos, bañeras y hasta un frigorífico. ¿Es que no saben que con solo llamar al teléfono 947506050 van a la puerta de tu casa a recoger los muebles? Lo dicho, algunos dan mucho asco.